El Centro Impronta de Narón –carretera de A Gándara número 62– basa su filosofía en una educación multidisciplinar, ofreciendo una amplia gama de servicios educativos y talleres artísticos. Con la pedagoga Bárbara Márquez al frente desde 2020, este establecimiento no solo proporciona clases de apoyo y enseñanza de idiomas, sino que también se dedica a fomentar la creatividad a través de sus talleres de artes plásticas, especialmente de acuarela.
“Desde muy pequeña me acompaña la inquietud por ayudar a las personas y mejorar su calidad de vida. Nada mejor que a través de la educación y su gran poder para cambiar el mundo”, comenta Bárbara, a modo de presentación, en la página web del centro. Su experiencia en el Reino Unido trabajando con personas con diversidad funcional y mayores con Alzhéimer y demencia ha enriquecido su enfoque educativo, permitiéndole ofrecer clases de inglés desde niveles básicos hasta avanzados.
Desde hace ocho años, el centro ha ofrecido apoyo educativo en Narón a estudiantes de Primaria, Secundaria y Bachillerato, enseñanza de idiomas como inglés, francés y alemán, y servicios pedagógicos como reeducación y estimulación cognitiva. Además, Impronta destaca ahora por sus talleres temáticos y formación artística, con un enfoque especial en la acuarela.
Los talleres en general y de acuarela en particular han ganado popularidad, entre otros motivos, debido a su accesibilidad y facilidad en comparación con otras técnicas artísticas de pintura como el óleo. Laura Molero, licenciada e Bellas Artes y responsable de los talleres de arte, señala que se trata de “una técnica súper limpia. Necesitas agua, unas pastillas o tubos de acuarela y papel un pelín gordito y ya estás listo para empezar”.
Esta sencillez llama la atención de pequeños y mayores, que se deciden a explorar su creatividad en un ambiente relajado y estimulante. “Ofrecemos actividades que permiten la participación conjunta de adultos y niños, fomentando así la conciliación y creando un espacio para que las familias disfruten juntas del arte. Es algo que no se permite en muchos otros lugares y nos parece importante”, comenta.
La acuarela es una técnica muy limpia, muy asequible. Necesitas agua, unas pastillas o tubos de pintura y un papel un pelín gordito y ya estás listo para empezar
El Centro Impronta ha impulsado en lo que va de año dos talleres de acuarela centrados en la botánica. “En acuarela es por donde se suele empezar. Cada vez veo a más gente que utiliza esta técnica a modo de terapia porque los relaja. Antes de que finalizase mayo queríamos hacer otro y, coincidiendo con el Día das Letras Galegas, diseñamos uno centrado en los faros”.
El equipo del centro busca también con estos talleres “aprovechar el espacio durante los fines de semana, porque tenemos unas instalaciones muy amplias, y ofrecer algo diferente”, explica Laura Molero.
En este sentido, llevan a cabo diferentes “obradoiros” a lo largo del año, coincidiendo con distintos eventos. “Hacemos campamentos en Halloween, carnavales y actividades temáticas”, añade. Para ello, tienen en cuenta los gustos y preferencias de los usuarios.
“Con los grupos de niños hacemos actividades más variadas como pueden ser las manualidades, probando con ellos diferentes técnicas. En el caso de los adultos, nos adecuamos a lo que ellos nos demandan. Por ejemplo: si prefieren hacer el dibujo desde un inicio o centrarse solamente en pintar. Tratamos de que sean amenas y de que las disfruten porque está claro que, en las horas que dura el taller, no te vas a convertir en Picasso”, bromea Molero, que explica que lo importante es que “apredan a controlar la técnica, a manejar el agua... nos vamos adecuando a las necesidades de cada persona. Por eso el número de participantes es reducido en cada taller, para poder dedicarles tiempo”.
El Centro Impronta no solo se enfoca en la educación académica y artística, sino que también busca romper estereotipos y ampliar su alcance en la localidad. “Hemos notado que mucha gente asocia erróneamente nuestro centro a edades tempranas y nos gustaría cambiar esa percepción, ya que trabajamos con todas las edades en las diferentes áreas de aprendizaje”, comenta Molero.
“Hemos hecho encuestas y preguntado a la gente y vemos que tienen una idea equivocada del centro. Queremos romper un poquito ese mito”, añade.