MAÑANA SERÁ OTRO DÍA | Canina (Nightbitch)

Cine en #Nordesía: Miguel Castro nos habla de "Canina (Nightbitch)", de Marielle Heller
MAÑANA SERÁ OTRO DÍA | Canina (Nightbitch)

El mundo del Cine ha cambiado con la aparición de las plataformas. Hay mucho contenido, especialmente series, y todas pelean por tener su espacio dentro de los hogares. En general, lo consiguen. Se consume mucho material audiovisual y las distribuidoras, en demasiadas ocasiones, lanzan directamente los títulos a streaming, dejándonos a muchas personas, estupefactas, por el hecho de no poder disfrutar de una buena película en el cine. Con Canina, de Marielle Heller, ha ocurrido. Tristemente, “Canina”, a pesar de su calidad, no ha llegado a nuestros cines y se ha estrenado directamente en la plataforma de Disney. 


“Canina (Nightbitch)” fue una de las gratas sorpresas que encontré en la pasada 57 edición del Festival de Sitges. Allí, fue recibida con disparidad de opiniones. En mi opinión, este hecho, no fue tanto por la calidad de la obra, sino por el alejamiento de los estándares habituales de Sitges, centrados en el fantástico y en el terror. La película que hoy os traigo es una comedia dramática cargada de humor negro. Solamente roza el fantástico debido a la “locura” transitoria que vive la protagonista del film.


Amy Adams da vida a una artista que ha dejado, voluntariamente, su carrera profesional para cuidar a su hijo y hacerse cargo de la casa. En la película no escuchamos su nombre. A lo largo de los 100 minutos que dura, siempre se le llama mamá. Lleva dos años de “crianza perpetua”, muy alejada de quien fue antes de la llegada de su retoño, y el mundo se le está viniendo encima. La directora no pierde el tiempo en presentarnos su situación. 

 

En el primer minuto del metraje, en el supermercado, la conocemos gracias a las conversaciones imaginarias que tiene con quien le rodea. En el plano real es pura cortesía y dice lo que el resto espera escuchar. En sus ensoñaciones, de su boca, salen sus auténticas verdades Habla del tiempo que lleva sin dormir y lo que le provoca, de las repetitivas rutinas que tiene con ese hijo “que un día le meará en su cara sin despeinarse”, del descuido corporal al que se ve abocada, a la falta de sexo… Todo lo “vomita” a lo bestia, sin medias tintas. Todos estos pensamientos la hacen sentir culpable, sintiendo además que lo está haciendo todo fatal. A su marido y a quien le rodea les dice lo que la sociedad marca para estas ocasiones: lo bonito y maravilloso que es todo lo relevante a la crianza infantil y todo lo que está disfrutando de ella (a los que son padres, todo esto le sonará, pues seguro que han recibido la presión del “disfrútalo ahora que esto pasa volando”). 

 

De repente, un suceso que hará que cambie todo lo que le rodea. De un día para otro, percibirá que se está convirtiendo en una perra. Además, al comenzar a tratar a su hijo como un cachorro canino, parece que todo comienza a colocarse, que todo es más sencillo en su mundo y así, por fin, el mundo real y el de las ensoñaciones comenzarán a unirse y por su boca comenzarán a salir todas sus verdades.


Sorprendente película que, más allá del mundo perruno que comento, que no deja de ser una metáfora de los cambios que están sucediendo en la protagonista, sabe hablar de manera directa a los espectadores. Imposible no entender a la protagonista, no empatizar con ella. La escuchamos decir: “Pasé de mujer a esposa, luego a madre y ahora a perra. ¿Qué fue de la mujer que había antes en ella? Murió en el parto”. Maravillosas también las relaciones y el descubrimiento que va estableciendo con otras madres que, como ella, también eran otras personas antes de emprender la maternidad.


Marielle Heller trata un tema como este, la dureza de la maternidad/paternidad, con todos sus sacrificios y abandonos de una vida anterior a ella, con mucho respeto y honradez. A pesar de la crudeza de las palabras de la protagonista (excepcional Amy Adams en todo el trabajo), podemos observar cómo es la evolución por la que toda madre pasa en el momento en el que decide dar continuidad a la especie. Pasar del “yo” al cuidador, acercarse con este paso, de nuevo, a la lejana infancia, a tu madre, intentar comprender este hecho tan animal que supone ofrecer una nueva vida, aprender a sentirse poderosa con el cambio, plasmar la injusticia que supone la soledad de la mujer en la maternidad… son algunos de los asuntos que trata, con acierto, “Canina (Nightbitch)”. 

 

Aunque, por momentos, la película muestre pequeños altibajos, producto del intento de mantener el equilibrio entre el drama, el humor y lo fantástico, acaba siendo una película de lo más interesante y original sobre un tema no suficientemente tratado, un tanto políticamente incorrecto, como es la dureza y dedicación que entraña el cuidado de un nuevo ser humano.


Recomiendo mucho el visionado de la película, especialmente para madres, padres o los que pretenden serlo en un futuro cercano. Además, como siempre, la excepcional Amy Adams, la cual también es productora del filme. Ya la habíamos visto sobresalir en obras como Animales nocturnos (2016), Her (2013), o La llegada (2016) y en esta Canina (Nightbitch) vuelve a destacar, siendo la protagonista absoluta del relato; mostrándose a los espectadores como una de las mejores actrices del momento y de su generación. Eso sí, lo siento, pero no podrán verla en los cines españoles.

MAÑANA SERÁ OTRO DÍA | Canina (Nightbitch)

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