n febrero de 2009, un periódico gallego afirmó que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, había ordenado la compra de diecinueve sillas de 2.269 € cada una, y de un Audi A8, el mismo modelo que usaba Fraga desde el 2001. Aunque la primera noticia era falsa, se organizó la de Dios es Cristo, y Alberto Núñez Feijóo prometió acabar con tanto despilfarro si ganaba las elecciones. La polémica del coche y las sillas fue el tercer asunto más importante de la campaña gallega, tras la crisis económica y el paro. Pues bien, hace poco más de una semana, la Xunta ha publicado el contrato de compra para renovar su parque móvil, y leyendo las bases, se descubre que entre el pedido de coches figuran debidamente camuflados un DS-9E-Tense de 60.000 € y color azul para el presidente, y otros doce coches en color negro para sus consejeros...y aquí lo dejo por si alguien quiere sacar conclusiones.