En Portugal la corrupción forzó la dimisión del gobierno socialista que presidía Antonio Costa y en las elecciones celebradas el domingo los portugueses le han dado el triunfo a Alianza Democrática, que es el partido de centro derecha que lidera Luis Montenegro. Han conseguido 79 escaños, tres más que el Partido Socialista que retiene 76 pero ha perdido 44. Un retroceso llamativo que dado el escenario político y la correlación de fuerzas surgidas de las urnas les cierra a los socialistas posibles combinaciones de gobierno. Quien sí podrá formar el nuevo ejecutivo es Alianza Democrática, el partido equivalente al PP español.
Con todo, el resultado más llamativo alumbrado por los comicios ha sido el ascenso de Chega, partido que sitúa en la extrema derecha y que ha pasado de los 12 escaños que obtuvo en el 2022 a los 48 que consiguió el domingo. Un ascenso de la extrema derecha en línea con lo que viene aconteciendo en otros países de la UE caso de Italia, Francia, los Países Bajos o los Nórdicos. Cada país tiene sus peculiaridades y por eso es arriesgado generalizar tratando de encontrar un factor común. En el caso de Portugal ha sido una manifestación inequívoca de rechazo a la corrupción.
La suma de escaños de Alianza Democrática más Chega alcanzaría la mayoría absoluta pero durante la campaña, Montenegro, el líder de AD, excluyó la posibilidad de pactar con la extrema derecha. Aún así, en Lisboa se da por hecho que se producirá el cambio político sin necesidad de que Chega entre a formar parte del Ejecutivo. Portugal no es la España del “muro” levantado por Pedro Sánchez como continuidad del mezquino “Pacto del Tinell” ideado para impedir a cualquier precio un gobierno del PP. Pedro Nuno Santos, el líder del Partido Socialista, ha declarado que no pondrá obstáculos a la solución gubernamental. Un mensaje responsable que indica que a falta del recuento definitivo de los votos emitidos en el extranjero, el futuro gobierno portugués será un gobierno de centro derecha en minoría. Si así sucede será porque Luis Montenegro habrá cumplido su compromiso de no incluir a Chega en el futuro gobierno y porque, a diferencia de lo que ocurre en España, el líder del PSP asume su derrota y antepone la estabilidad del país a la ambición personal que a otros les ha conducido a dividir a su país con tal de permanecer en el poder.