La novena etapa del Camiño do Mar discurrió este domingo ente los concellos de Neda y Pontedeume. En el punto de partida, los peregrinos contaron con el apoyo del alcalde de la localidad, Ángel Alvariño, así como del obispo de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos; las concejalas de Turismo e Igualdade, Marián Bello y Ángeles Puentes, respectivamente, además del párroco Ramón Antonio López Rodríguez.

Esta iniciativa está promovida por la Asociación de Amigos do Camiño do Mar, responsable de las actuaciones para conseguir el reconocimiento “xacobeo” de este itinerario que comienza en Ribadeo y que, tras pasar por Barreiros, Foz, Burela, Cervo, Xove, O Vicedo, Mañon, Ortigueira, Cariño, Cedeira y Valdoviño, se conecta en Neda con el Camiño Inglés.

Los participantes sellaron en el albergue nedense sus credenciales y las autoridades dejaron por escrito en el libro de la entidad su apoyo a la declaración oficial de esta vía como ruta de peregrinación a Compostela.

Minutos más tarde, todos los presentes se concentraron a las puertas del albergue, donde el regidor de Neda puso en valor una iniciativa que busca promover los concellos por los que discurre la vía de peregrinación a Santiago. Por su parte, el obispo, García Cadiñanos, los invitó a disfrutar de la fraternidad, la introspección y la solidaridad, es decir, de los “valores ligados a la peregrinación”, que cubrió la distancia ente la villa y Pontedeume.