Begoña Cid es ginecóloga especialista en Obstetricia y Ginecología en el Hospital San Rafael de A Coruña. Desde SaludIdeal hablamos con ella sobre la prevalencia del cáncer de ovario en la sociedad actual.
¿Cuál es a día de hoy la prevalencia del cáncer de ovarios?
El cáncer de ovario ocupa el 6º lugar entre los tumores malignos que afectan a la mujer, por detrás del cáncer de mama, colon, pulmón, útero y linfomas, pero ocupa el primer lugar como causa de muerte por cáncer ginecológico. Cada año, se diagnostican 3500 casos nuevos, con una incidencia que presenta un ascenso lento pero constante, en los países desarrollados.
¿En qué fase se encuentra en la actualidad esta patología? ¿se puede curar?
El pronóstico de esta patología viene determinado por el estadio en el momento del diagnóstico, la posibilidad de resecar todo el tumor durante la cirugía y los fármacos quimioterápicos. El 90% de los casos diagnosticados en estadios precoces se curan. En los estadios avanzados la supervivencia disminuye. El manejo de estas mujeres por un equipo multidisciplinar formado por oncólogos, oncoginecólogos, cirujanos, patólogos, radiólogos y radioterapeutas, permite obtener mejores tasas de supervivencia.
La piedra angular en el tratamiento, que determina el pronóstico independientemente del estadio, es la cirugía, que debe realizarse en centros y por equipos médicos especializados habituados a tratar este tipo de tumores. Solo con una cirugía óptima ya se consigue alcanzar en estadios avanzados una supervivencia del 70% en 5 años. La quimioterapia basada en platino, junto con el uso de fármacos antiangiogénicos y el uso de inhibidores PARP ha permitido cronificar y mejorar calidad de vida de las mujeres con esta patología. Actualmente hay múltiples estudios en marcha, incluyendo nuevos fármacos inmunoterápicos, que esperamos nos muestren resultados positivos para prolongar la supervivencia.
¿Cómo podemos trabajar la prevención del cáncer de ovarios?
En la actualidad, se desconoce el motivo por el que se desarrolla un cáncer de ovario. Por esta razón, no existen medidas conocidas de prevención, a excepción de los casos heredofamiliares, asociados a una mutación genética (BRCA 1 y 2), en los que se realiza una anexectomía profiláctica (extirpar ovarios y trompas) y se consigue una disminución significativa del riesgo. El empleo de anticonceptivos anovulatorios y la ligadura tubárica se asocian a una reducción del riesgo de padecer un cáncer de ovario.
¿Cuál es el perfil más habitual de la paciente de este tipo de cáncer?
Cualquier mujer puede desarrollar este tipo de tumor, si bien, las posibilidades se incrementan con la edad, siendo la edad media de aparición entre los 50 y 75 años, afecta generalmente a mujeres en edad de menopausia. Las características más relevantes y demostradas que pueden predisponer a este tumor son:
¿Es habitual en personas jóvenes?
No es habitual en personas jóvenes, pero esto no implica que no pueda darse a cualquier edad. Cuando sucede a edades jóvenes, suele estar asociado a alguna alteración genética hereditaria, tales como las mutaciones BRCA 1 y 2.
Del cáncer de ovarios se dice que es una patología silenciosa, ¿presenta algún tipo de sintomatología?
En los estadios precoces, suele ser asintomática o muy poco sintomática, con síntoma banales que se confunden con patología benignas. Es importante tomar conciencia desde atención primaria y en las propias mujeres, que síntomas anodinos, pero persistentes más de 2-3 semanas, pueden implicar la necesidad de realizar una revisión ginecológica:
La amplia variedad de síntomas con los que puede debutar esta patología, hace que muchas veces se visiten distintos especialistas antes del diagnóstico en una consulta de ginecología. Hasta un 70% son diagnosticados en estadios avanzados.
¿Qué importancia tienen las revisiones ginecológicas a la hora del diagnóstico?
Un 20% de los casos son diagnosticados en estadios precoces, cuando no hay síntomas o son muy leves, y se realiza una revisión ginecológica, con exploración física y ecografía. A pesar de ello, no existe una prueba válida para diagnóstico precoz en cáncer de ovario. Ni la ecografía ni la realización de marcadores tumorales se han demostrado útiles como medidas de prevención y diagnóstico precoz.
¿Qué tratamientos se están desarrollando en la actualidad?
Se está avanzando hacia una terapia dirigida, en base a las características del tumor, las alteraciones genéticas y moleculares, se intenta buscar el fármaco o la asociación de fármacos más eficaces, encaminados a curar la enfermedad.
La quimioterapia tradicional con platinos y taxanos sigue teniendo un papel fundamental en el tratamiento, pero gracias a un mejor conocimiento en la biología molecular del cáncer epitelial de ovario sabemos que en algunos casos está dañado el mecanismo de reparación del DNA, y se está empleando con éxito los inhibidores de la PARP. También se dispone de antiangiogénicos, que impiden la neovascularización, con lo que dificultan el crecimiento tumoral. Y están en marcha estudios con inmunoterapia, con resultados que esperemos sean alentadores.Existen múltiples ensayos clínicos en la actualidad así como diferentes líneas de investigación que esperemos permitan, en un futuro cercano, curar el cáncer de ovario o al menos cronificarlo, con muy buena calidad de vida de las mujeres que lo padezcan.