“En un espacio seguro, lo ideal para los más peques siempre será caminar descalzos”

La especialista nos da algunas recomendaciones (y trucos) para comprarle el calzado a los más pequeños o controlar el mal olor de pies
“En un espacio seguro, lo ideal para los más peques siempre será caminar descalzos”
Dánae Santiago Díaz, podóloga del Hospital Ribera Juan Cardona I CEDIDA

Si un niño se tropieza constantemente o se queda con dolor de talones, es un buen momento para acudir a la consulta del podólogo. “En la etapa infantil es cuando realmente se puede intentar corregir o mejorar hábitos y alteraciones de la biomecánica que puedan causar problemas en el futuro”, explica Dánae Santiago Díaz, podóloga del Hospital Ribera Juan Cardona.


La especialista nos da algunas recomendaciones (y trucos) para comprarle el calzado a los más pequeños o controlar el mal olor de pies. 


¿Cuándo se deben revisar los pies o la pisada de los niños?

 

Por norma general, a partir de los 4 años se puede acudir a una consulta anual para ver cómo se está desarrollando el miembro inferior y la marcha, así podremos seguir la evolución de los peques para poder detectar de forma temprana cualquier signo que indique que la marcha no se está desarrollando adecuadamente. En la etapa infantil es cuando realmente se puede intentar corregir o mejorar hábitos y alteraciones de la biomecánica que puedan causar problemas en el futuro, ya sea con ejercicios, derivando a fisioterapia, con soportes plantares o lo que se requiera en cada caso. 

 

En ocasiones, los padres los traen antes si tienen algún problema en las uñas; por ejemplo, que se claven por un mal corte, si tienen dudas con algún problema en la piel o si necesitan asesoramiento sobre el calzado adecuado.

 

¿Qué señales nos pueden avisar de que el niño tiene un problema?

 

Algunos de los problemas más habituales en niños son los pies planos, o pies valgos cuando se inclinan hacia dentro, la marcha en puntillas, la enfermedad de Sever que produce dolor en el talón, la marcha en aducción cuando las puntas de los pies se orientan hacia dentro. Estos últimos son niños que suelen tropezar a menudo.

 

Hablabas del calzado adecuado, ¿cuáles son las recomendaciones para comprarles un buen zapato?

 

Las recomendaciones de calzado varían según la edad del niño y si existe o no alguna necesidad especial o patología. Por ejemplo, los bebés que todavía no caminan no deberían llevar nunca zapatos, únicamente patucos/calcetines para proteger del frío, o si están empezando a ponerse de pie en casa y dar algunos pasos los calcetines antideslizantes son una buena opción.

 

Después, por norma general los que empiezan a ir al cole y ya caminan de forma autónoma necesitan zapatos muy flexibles con una suela fina que permitan libertad de movimiento total, además lo ideal es que sean regulables ya sea con velcro o cordones para poder sujetarlos al pie. 

 

En todas las edades, siempre lo ideal es llevar calzado que no comprima los dedos ni de largo (debe sobrar aproximadamente 1 centímetro de los dedos al extremo del zapato) ni de ancho.

 

Existe cada vez más calzado respetuoso que presenta punteras anatómicas o redonditas para que los dedos no estén apretados. A la hora de comprarlos, la forma de probarlos para ver si nos sirven es sacando la palmilla del interior del calzado y colocar el pie encima para ver si cabe dentro de esta o si alguna parte del pie nos queda fuera. 

 

Un truco para poder probar el calzado si vamos a comprar sin los niños, es realizar una plantilla en casa poniendo el pie del peque sobre un folio para dibujar su contorno, se recorta y así se puede colocar sobre la palmilla que extraemos del calzado para ver si queda bien.

 

Para niños que practican deporte, ¿en qué nos debemos fijar para que lleven un calzado óptimo en esa actividad?

 

Cada deporte tiene unas necesidades específicas. Algunos como fútbol o ballet, por ejemplo, son especialmente complicados para la salud del pie. Sin embargo, esas actividades deportivas suelen practicarse un par de horas al día ciertos días de la semana por lo que si el resto del tiempo empleamos calzado adecuado no deberían generar ningún problema. 

 

Si se detecta alguna molestia, ya sea porque son niños mucho más activos que realizan estas actividades durante más horas o por otros factores, lo ideal es acudir a consulta tanto para prevenir como para tratar de forma individualizada cualquiera de estos problemas.

 

¿Y algún consejo para evitar el mal olor?

 

Al mal olor se le conoce como bromhidrosis y se desencadena cuando el sudor entra en contacto con las bacterias propias de nuestra piel, lo que produce una reacción que genera este mal olor.

 

Algunas de las causas pueden ser hormonales, por ejemplo en la adolescencia; otras son la práctica de ejercicio intenso y/o el uso de calzado que no permite una adecuada transpiración ya que van a dar lugar a una sudoración excesiva (hiperhidrosis); también las infecciones ya sean producidas por hongos o bacterias, o el consumo de ciertas sustancias como el tabaco o el alcohol.

 

Lo ideal para prevenir es mantener una higiene diaria de los pies, emplear calzado y calcetines que permitan una buena transpiración además de airear los zapatos cada día y en los casos más acentuados de hiperhidrosis además de las medidas de higiene generales se puede aplicar al pie y calzado polvos de talco o antitranspirantes que ayuden a reducir el exceso de humedad.

 

Y una última curiosidad. Cuando estamos en casa, ¿qué tipo de calzado es mejor para los niños?

 

Siempre que tengamos un espacio seguro donde no exista peligro de cortes, quemaduras, o que no exista alguna patología donde pueda estar desaconsejado, lo ideal para los más pequeños siempre será caminar descalzos para favorecer el desarrollo muscular, la propiocepción y la estimulación sensorial. 

 

En el caso de niños más mayores e incluso adultos, en condiciones normales es también muy recomendable caminar descalzos para seguir potenciando esa musculatura y favorecer la movilidad del pie. Si la superficie por donde podemos caminar descalzos está muy fría podemos poner calcetines, y si resbala tenemos la opción de los calcetines antideslizantes.

 

Para más información: 
Teléfono: 981312500

“En un espacio seguro, lo ideal para los más peques siempre será caminar descalzos”

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