Un total de 39 crías de tortuga boba han nacido desde el pasado sábado, 26 de agosto, de los 69 huevos depositados por una tortuga marina Caretta caretta en la playa El Rodeíto de Marbella (Málaga).
Hasta este momento han eclosionado con éxito, por un lado 31 huevos en la playa, así como otros ocho de los nueve huevos que fueron trasladados a las instalaciones Bioparc, en Fuengirola (Málaga), para su incubación artificial, según ha recordado el delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, José Antonio Víquez, al tiempo que ha detallado que es un "procedimiento que es recomendado en la Estrategia Nacional de nidificación de tortugas marinas con el objetivo de asegurar el nacimiento de un porcentaje de la puesta, si hubiese sucedido algún problema en la playa".
El delegado territorial ha agradecido "el gran trabajo coordinado de los distintos organismos y asociaciones con la destacada labor del personal voluntario que durante 49 días han participado en la protección del nido para permitir que este fenómeno haya sido posible".
Agentes pertenecientes al Seprona de la Guardia Civil han participado también en el dispositivo de seguridad establecido como consecuencia del nacimiento de las crías.
Víquez ha informado de que la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul ha trabajado en coordinación con el Ayuntamiento de Marbella en lo que ha considerado ha sido "una organización fundamental para desarrollar todas las tareas necesarias en la protección del único nido que se ha detectado en las costas andaluzas en 2023".
De igual modo, ha valorado "el buen desarrollo del operativo en una zona muy concurrida durante el verano y que ha permitido la eclosión de 39 neonatos de tortuga Caretta en la costa de la provincia".
Las crías se han trasladado al Cegma de Algeciras, donde permanecerán en cautividad durante al menos un año "para asegurar la supervivencia de las crías de forma muy significativa, ya que la mortandad de neonatos en esta especie es altísima, por encima del 95%", ha concretado Víquez.
Asimismo, ha apuntado que una vez pasen los primeros meses bajo supervisión veterinaria en este centro en Algeciras, un porcentaje de estas crías se trasladará al Acuario de Sevilla, con la idea de que la cría se realice de forma separada en dos centros distintos, maximizando de esta forma la supervivencia de los animales.
En el verano de 2024 estos animales volverán a su medio natural, "esperando a que una vez adultas estas hembras vuelvan a elegir las playas de la costa malagueña para sus puestas, ya que esta especie siempre vuelve a sus playas de nacimiento para reproducirse".
Por último, Víquez ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana que ha considerado "fundamental para garantizar que nuestras playas sean lugares seguros de puesta y reproducción de esta magnífica especie, por lo que si alguna vez se observa una tortuga marina en la playa, se debe llamar al teléfono de emergencias 112".
De igual modo, desde la Guardia Civil han recordado la labor en cuando a la protección de la naturaleza y las especies marinas se refiere, y recuerdan la necesidad de no manipular a los animales si se hallan varados en la playa, la necesidad de avisar con urgencia a los teléfonos de emergencias o al 062 para que por parte de personal cualificado se proceda a su traslado y recuperación, así como el deber de colaboración entre las administraciones públicas.
Por su parte, desde el Consistorio de Marbella, el concejal de Playas, Diego López, ha detallado que "durante todo este tiempo la gestión ha sido ejemplar, no solo de las administraciones y colectivos implicados, también por parte de otras organizaciones que han sido fundamentales para que ahora podamos celebrar el nacimiento de los neonatos de tortuga Caretta caretta en la playa de Nueva Andalucía, junto al hotel Guadalpín Banús".
También ha agradecido a los voluntarios que han respondido al llamamiento del Consistorio para salvaguardar los huevos depositados por la tortuga hembra el pasado 8 de julio.
El edil ha subrayado que la labor que ha realizado el Ayuntamiento desde el pasado mes de julio ha sido "fundamental, siendo parte activa en el dispositivo de protección del nido y colaborando en campañas para sensibilizar e incrementar el número de voluntarios para vigilar el mismo".
Concretamente, desde el Consistorio se ha aportado todo el material necesario para el operativo, como las carpas, mesas, luces para los voluntarios nocturnos, el vallado de seguridad, la dotación de reserva de aparcamientos en la zona para los voluntarios, además de una dotación policial. "Asimismo, la plataforma de voluntariado ha sido gestionada por ProDunas, colaborando desde el ámbito municipal en labores de promoción y concienciación en redes sociales a través de las delegaciones de Juventud y Medio Ambiente y Playas", ha subrayado.
Por otro lado, desde Bioparc Fuengirola han recordado que tras asegurar que todos los huevos localizados se encontraban en perfecto estado y que el nido se situaba en un lugar seguro, se solicitó ayuda a Bioparc Fuengirola para que participara.
Ahora 49 días después en los que el equipo de Bioparc Fuengirola ha desarrollado un estricto protocolo con el que garantizar los mismos niveles de humedad, temperatura e iluminación que en su nido original, han eclosionado ocho huevos.
Durante todo este tiempo, el equipo de Herpetología ha estado en contacto con los técnicos del Cegma para compartir datos referentes al estado de ambas incubaciones.
Milagros Robledo, responsable de Herpetología, ha explicado que "en nuestro caso, al contar con acceso directo a los huevos, sí podemos ver el estado real de todos. Estos datos los facilitamos para ellos puedan extrapolarlos al nido que se encuentra en la playa. Cuando aquí ya apreciábamos venitas o movimientos, allí debería de haber sido lo mismo".
El proceso de incubación en el centro de conservación ha transcurrido entre dos incubadoras diferentes, que los técnicos han mantenido a una temperatura de 30,5 y 29,5 grados centígrados.
"De los nueve huevos, finalmente han eclosionado de forma exitosa ocho. Uno de ellos no llegó a calcificarse y durante la incubación hemos ido observando cómo era posible que fuera infértil".
La decisión de trasladar nueve huevos a una incubación controlada no es algo casual, han indicado. Durante este mes y medio, el equipo de Herpetología a realizado un seguimiento diario del estado de los huevos. Por su parte, los técnicos del Cegma han realizado un monitoreo del estado de la temperatura y la humedad del nido localizado en la playa marbellí.
En el caso de las crías nacidas en Bioparc Fuengirola, pasarán un periodo de cuarentena de unas 48 horas antes de ser trasladados al Cegma, junto con las crías nacidas en la playa. Aunque en un entorno natural, al nacer caminarían directamente hacia el mar, el pequeño tamaño de estas tortugas marinas les convierte en presa fácil para peces o gaviotas. Deberá pasar un año hasta que sean liberadas al mar, momento en el que su tamaño garantizará su supervivencia en la gran y larga travesía que les espera por el mar.
Llegado el momento de esa liberación al mar, algunas de las tortugas pertenecientes a esta puesta serán equipadas con marcadores satelitales con los que realizar un seguimiento de sus trayectos en el medio natural. En el caso de las incubadas en Bioparc Fuengirola, cinco de las ocho irán equipadas con este dispositivo.
"Este seguimiento nos aportaría valiosa información sobre el desarrollo de estos individuos una vez superado el primer año de vida y si hay algún cambio en los patrones de dispersión y de supervivencia en las que se han incubado artificialmente frente a las que han nacido de forma natural en la playa", ha explicado Rosa Martínez, veterinaria en BIOPARC Fuengirola.