Superamos con creces cualquier límite razonable de obsolescencia tecnológica”. asegura en una entrevista con la Agencia Efe la doctora Asunción Torregrosa Andrés, nueva presidenta de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), quien desde su cargo buscará aumentar la visibilidad de la especialidad, tanto entre la población como entre las instituciones y el resto de especialistas.
El informe de la Federación Española de Empresas de Tecnología (Fenin) de diciembre de 2020, que recomienda que no se usen equipos que superen los diez años de uso, revela que en España supera esa década el 35 % de los TAC, el 45 % de los equipos de resonancia magnética o el 36 % de los equipos de intervención.
También lo hacen el 62 % de los equipos de radiología convencional, el 50 % de los mamógrafos, el 31 % de los ecógrafos y el 35 % de los sistemas de inyección automática de contraste.
A la cola de países como Francia o Portugal
Además, en equipos de resonancia magnética instalados en España que tengan cinco años o menos “España está a la cola, en el último puesto por detrás de países como Francia, Portugal, Italia o Alemania. Estamos mal”, indica la también responsable de la sección de Radiología Abdominal del Área Clínica de Imagen Médica del Hospital La Fe de Valencia.
“Es inaceptable que haya un grado de obsolescencia tan alto que no permita el desarrollo correcto de nuestra especialidad, algo que influye directamente en los pacientes, que son el centro de nuestro trabajo”, subraya Torregrosa, que afirma: “Obviamente, la inversión pública hasta este momento no ha sido suficiente porque tenemos obsolescencia tecnológica muy por encima de lo razonable”.
Asegura que el Plan INVEAT del Gobierno, que prevé una inversión de cerca de 800 millones de euros en toda España y dotará al Sistema Nacional de Salud (SNS) de 851 nuevos equipos de alta tecnología, entre los 574 que serán renovados y los 277 que serán ampliados, “es estupendo” y están “todos muy contentos”, porque se sustituirán equipos que superan incluso “los veinte años de uso”.
Preguntada por si cree que debería haber más mecenas como Amancio Ortega, aclara que nuestro sistema sanitario “no funciona a base de mecenas. No tiene nada que ver a como funcionan las cosas en países como Estados Unidos, donde a todos los niveles tienen más establecida la donación”.
“Si hay una donación bienvenida sea, pero desde luego, toda la renovación, planes sanitarios o contratación de personal de recursos humanos no puede estar sujeto a la buena voluntad de un mecenas -añade-. Esto deben hacerlo las autoridades sanitarias, tanto autonómicas como central, tener planes que contemplen la renovación tecnológica y el aumento de plantillas de una manera programada según las necesidades de cada sitio”.
El valor de las técnicas de imagen
Según Torregrosa, las técnicas de imagen juegan un papel fundamental en la mayoría de procesos asistenciales y, hoy en día, no hay “prácticamente ningún diagnóstico” que no se base en ellos, especialmente en el seguimiento de los pacientes oncológicos y también en la realización de tratamientos de cirugía mínimamente invasiva, como la vascular intervencionista.
“Es muy importante que los pacientes sepan que los garantes de que su proceso diagnóstico sea completo e integrado somos nosotros, desde que se inicia hasta que termina”, subraya la presidenta de la Sarem, para quien la “dispersión” de pruebas diagnósticas a otras especialidades “no redunda en el beneficio del paciente, sino todo lo contrario”. Según destaca, son especialistas en radiodiagnóstico: “No solo hacemos informes, sino que decimos qué prueba es la más adecuada para cada paciente. Participamos en la toma de decisiones en los comités multidisciplinares”, y añade que considera “fundamental” que el proceso diagnóstico “no se rompa en ningún punto de todo el recorrido”.
Aunque señala que la alta tecnología debe estar presente en los hospitales de referencia, cree que debe dotarse de tecnología suficiente a todos los centros, dependiendo del nivel asistencial que tengan, y que incluso la Atención Primaria “es merecedora de tener salas de rayos X, de radiología convencional e incluso de ecógrafo”.
En este sentido, destaca que la telerradiología es una herramienta que favorece que el paciente no tenga que desplazarse para determinadas pruebas, ya que se pueden hacer los estudios en su hospital comarcal más cercano y pueden ser susceptibles de segundas opiniones.
Un MIR de cinco años
Preguntada por si en España se hace una radiología de excelencia, subraya que el 90 % de los procesos asistenciales se basa en técnicas de imagen, hay una alta demanda de pruebas y los que manejan los equipos son los profesionales de radiología, no solo los radiólogos sino también los técnicos superiores de imagen diagnóstica.
“El nivel no solo en radiología, sino en cualquier especialidad de la medicina en España, es bastante alto por la formación MIR que se realiza, un sistema validado y conocido y que, aunque siempre es mejorable, garantiza la formación de los especialistas”, afirma para añadir: “Estamos a la altura de cualquier país de nuestro entorno más cercano”.