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jueves | 16 enero | 2025
Solo el 14,8 % de los jóvenes de entre 16 y 34 años vive fuera del hogar familiar, la cifra más baja desde que se tienen datos de emancipación -en 2006-, pese al aumento de su salario y mejores cifras de paro, pero pesa como una losa la subida de los alquileres.
Son los últimos datos del Observatorio de la Emancipación del Consejo de la Juventud referidos al primer semestre de 2024, que muestran que un joven tendría que dedicar todo su salario a pagar el alquiler de una vivienda en solitario y no le llegaría.
Así, el salario medio se sitúa en 1.048 euros y el alquiler medio es de 1.072 -el más caro de la historia-; aún le faltarían 24 euros para asumir el coste de la vivienda, sin contar los suministros ni la comida.
Ante esa situación, el 70,5 % de los hogares jóvenes están sobreendeudados, es decir, dedican más del 40 % de los ingresos totales a pagar la renta.
"El informe muestra no solo que hay menos jóvenes emancipados que un año antes, sino que la amplia mayoría de quienes se emancipan lo hacen en unas condiciones muy precarias", ha explicado en la presentación del estudio Javier Muñoz, responsable del área socioeconómica del Consejo de la Juventud.
La presidenta, Andrea González, ha lamentado que el primer semestre de 2024 recoja los peores datos de emancipación juvenil de la historia, frente al máximo que se produjo en 2008 cuando uno de cada cuatro jóvenes vivía fuera del hogar familiar -el 26 %-.
Para Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia, junto a las propuestas sobre vivienda anunciadas por el Gobierno, se requieren más acciones "para romper la burbuja especulativa".
"No queremos un país de propietarios ricos e inquilinos pobres, pero privatizar y liberalizar el suelo público como defiende el PP son las recetas que nos han traído aquí", ha aseverado Rego en la clausura del acto.
El primer semestre de 2024 cerró con una bajada de la emancipación, pasando en un año del 16,3 al 14,8 % de las personas jóvenes residentes en España. Son 62.458 jóvenes menos viviendo fuera del hogar familiar que un año antes.
Esta bajada en la tasa de emancipación de 1,47 puntos ha afectado sobre todo a las mujeres jóvenes y a los que tienen entre 25 y 29 años y se da a pesar de la subida del salario mediano joven -un 4 %- y de una ligera bajada en la tasa de paro joven, de 0,34 puntos porcentuales.
Casi tres de cada cuatro jóvenes con trabajo seguían viviendo con sus familias, destaca el estudio.
Tres de cada diez jóvenes en España se encuentran en riesgo de pobreza o de exclusión social.
Además, el 22,8 % de los que tenía un trabajo también eran pobres, por lo que contar con un salario no es excluyente de encontrarse en situación de pobreza, indica.
Incluso alquilando una habitación en lugar de una vivienda entera, tienen que dedicar más del 30 % de su salario a la vivienda, frente a la recomendación de organismos internacionales de no superar ese porcentaje.
En España el precio mediano de una habitación es de 375 euros al mes, el 35,8 % del salario. Y en algunas capitales de provincia, como Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria, Barcelona, València o Donostia, la renta mediana superaba el 40 % del salario.
Desde 2008, los sueldos de las personas jóvenes han aumentado en un 10,8 %, mientras que los alquileres lo han hecho en un 54 %, muestra el informe.
El Observatorio destaca las grandes diferencias entre las tasas de emancipación de las distintas comunidades: si en Asturias el 17 % de las personas jóvenes viven fuera del hogar familiar, el porcentaje en Castilla-La Mancha es del 11,2 %, siete puntos porcentuales menos.
También se encuentran grandes desigualdades en la tasa de paro: en la Comunidad de Madrid es del 13,9 %, frente a comunidades como Andalucía y Extremadura que el porcentaje es más del doble.
Con respecto a los salarios jóvenes, los más altos son en Madrid (1.284,92 euros netos al mes) y los más bajos, en Canarias (834,21 euros netos al mes).
Entre sus propuestas, apuestan por subir el salario mínimo profesional, un bono de alquiler joven efectivo y cambiar el Ingreso Mínimo Vital para incluir a los jóvenes vulnerables.
