La marquesa de Griñón, Tamara Falcó, e Íñigo Onieva son al fin marido y mujer tras pronunciar el "sí, quiero" en una ceremonia en el palacio El Rincón, en la localidad madrileña de Aldea del Fresno, después de diversos avatares que hicieron pensar que los novios no llegarían al altar.
Más de 400 invitados, un chef cinco estrellas Michelin, tres días de celebración y, sobre todo, la familia encabezada por Isabel Preysler, la madre de la novia, han elevado la atención mediática de la boda.
La propia Tamara diseñó el vestido de su hermana, Ana Boyer, cuyos hijos, Miguel y Mateo, han sido destacados pajes en una ceremonia, de la que solo ha habido imágenes en la entrada del palacio, donde se han congregado decenas de periodistas, ya que todos los detalles serán contados en exclusiva por una conocida revista, que este lunes lanzará un número especial.
Un enlace oficiado con 45 minutos de retraso, por el padre Cruz, el guía espiritual de la novia; un sacerdote de Valencia, el padre José Luis, y el padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz.
Tamara Falcó, muy conocida desde su nacimiento en 1981 fruto del matrimonio de Isabel Preysler y Carlos Falcó, se hizo aún más popular cuando ganó en 2019 la cuarta edición de Masterchef Celebrity, concurso en el que mostró su lado más espontáneo.
Desde entonces su vida ha sido seguida al detalle por los medios de comunicación, en especial su relación con Íñigo Onieva, con una ruptura y reconciliación que ha desembocado en esta boda.
Entre los invitados estaban su primo Álvaro Falcó y su esposa, Isabelle Junot;, el diseñador Juan Avellaneda, la modelo Eugenia Silva, la pareja formada por Christian de Hannover y Alessandra de Osma, o sus compañeros de El Hormiguero: Pablo Motos, Cristina Pardo, Juan del Val y Nuria Roca.
También los jueces de Masterchef, entre ellos Pepe Rodríguez, como se ha podido ver en las imágenes de televisión, y amigos como Nuria González o Eugenia Martínez de Irujo y su marido, Narcís Rebollo.
El Rincón, donde se ha celebrado la boda -a las 19:00 horas para evitar el intenso calor veraniego-, era una propiedad muy querida por su padre, Carlos Falcó, además de su residencia habitual. Ahora pertenece a Tamara y a su hermano Manuel.
El palacio, en el que se alojó Alfonso XIII, es una propiedad que guarda un gran valor sentimental para la novia como señaló en el reality sobre su vida "La marquesa" (Netflix), que rehabilitó para instalar un restaurante efímero.
Su impresionante jardín, su capilla y la privacidad que ofrece ayudaron a que la hija de Isabel Preysler se decantara por celebrar allí su enlace, un lugar en el que también se casó su hermano Julio José Iglesias.
La firma de organización de eventos Efímero ha sido la encargada de la decoración mientras que el autor del menú ha sido Eneko Atxa, propietario del restaurante Azurmendi, con cinco estrellas Michelin, y los platos regados con los vinos del Marqués de Griñón.
La novia ha llevado un vestido de Carolina Herrera. Wes Gordon, el director creativo de la firma, se ha trasladado a Madrid para ultimar los detalles finales de un diseño creado a contrarreloj para lo que suele ser habitual, y del que la marca no ha querido ofrecer ningún detalle al "tratarse de un evento privado", han comentado a EFE.
Tampoco sobre el vestido de Isabel Preysler, que luce un modelo de Carolina Herrera de colección, aunque en otro color y con ligeros cambios de patrón respecto al que se ha visto en pasarela.
Entre las joyas elegidas por la novia se encuentra la tiara que perteneció a su abuela paterna Hilda y que su cuñada Amparo Corsini -esposa de Manuel Falcó- utilizó en su enlace, un diseño Art Decó. Y unos pendientes de alta joyería creados para la ocasión por Tous, firma con la que colabora de manera habitual.