Dra. Natalia Blanco Castro, especialista en Nefrología respondió esta semana a las preguntas de los lectores a través de la sección Tu Especialista Responde
A través del TER, aclarará las dudas propuestas desde El Ideal Gallego respecto al ámbito de la Nefrología
A continuación, las respuestas a las preguntas de los lectores:
¿Qué cambios debo hacer en mi dieta cuando inicie la diálisis?
Lo ideal es siempre individualizar las recomendaciones a cada paciente en función de sus necesidades, pero en líneas generales la dieta en diálisis se centra en:
¿Cuántas veces a la semana se da la diálisis y cuánto tiempo durará cada sesión?
Lo más habitual es hacerla 3 días a la semana en sesiones de 4 horas de duración. Aunque cada vez se tiende a individualizar más, teniendo en cuenta siempre la función renal residual del paciente.
¿Qué síntomas debo esperar tras las sesiones de diálisis y cómo puedo manejarlos?
La mayoría toleran bien la diálisis. Depende muchas veces de la edad, estado físico y cardiovascular del paciente. Los síntomas más frecuentes durante y al final de las sesiones son hipotensión, calambres, náuseas o vómitos, pero con los ajustes necesarios deberían ir remitiendo y poder controlarse. Algunos pacientes se sienten cansados unas horas después de la sesión, aunque después se van recuperando.
Lo habitual es que cuanto menos líquido haya que extraer en la sesión, que suele coincidir con una mayor adherencia a las recomendaciones de reducción de ingesta de sal y líquido, mejor tolerada será la diálisis y más rápida la recuperación.
¿Existen riesgos o complicaciones a largo plazo asociados con la diálisis?
A pesar de que las técnicas de hemodiálisis han mejorado mucho en los últimos años, con membranas más biocompatibles y uso de agua ultrapura para la realización de la técnica, la mortalidad de los pacientes que permanecen en diálisis a largo plazo es elevada.
Existen factores no modificables como la edad, el sexo y patologías previas. Pero también existen factores que influyen que podemos prevenir y tratar como son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la obesidad, la desnutrición, la anemia, las calcificaciones vasculares, el tipo de acceso vascular (fístula arterio-venosa siempre mejor que catéter venoso central) y la adherencia al tratamiento.
¿Cómo afectará la diálisis a mi vida diaria y a mi capacidad para trabajar y viajar?
Con técnicas hospitalarias como la hemodiálisis en centro, si hay una buena tolerancia, el paciente puede continuar su trabajo si es posible una adaptación que se ajuste a sus horarios de hemodiálisis. En el caso de querer viajar con esta técnica, habría que concertar las sesiones previamente con otro centro en el destino elegido. Con técnicas domiciliarias como la diálisis peritoneal o la hemodiálisis domiciliaria, la libertad horaria para poder viajar es mayor, ya que es el propio paciente el que se realiza la técnica.