La falta de continuidad derivada del aplazamiento de partidos se está convirtiendo en una constante con la que los equipos tienen que lidiar en esta atípica campaña. Un contratiempo que les impide, como lamenta el técnico del Somozas, David Pérez, “coger el ritmo”. Desde que la competición se reanudó tras el parón navideño, su escuadra hubo de aplazar sus encuentros ante el Bergantiños –a principios de este mes– y el Fisterra –la pasada semana–, así que la primera incógnita para el partido que este mediodía lo mide al Viveiro en el Manuel Candocia –12.00 horas– es saber cómo está física y anímicamente para retomar la acción.
Y es que, si después de la última cómoda victoria ante el Estudiantil el equipo comenzaba a recuperar las buenas sensaciones que tenía olvidadas, ahora de lo que se trata es de mantenerse en esa línea que le permita afianzarse en una cabeza de la clasificación inevitablemente también alterada por los partidos que varios de sus protagonistas tienen pendientes.
PUBLICIDAD
Para la contienda, el Somozas cuenta con las bajas importantes del lesionado Juan Martínez, del todavía convaleciente Estevo y del sancionado Pablo Rey. Ausencias sensibles y de jugadores que están interviniendo muchos minutos pero que, sin embargo, David Pérez no duda que podrá contrarrestar gracias a disponer de un bloque amplio, equilibrado y con recursos.
Un conjunto mentalizado para ofrecer su mejor versión ante el Viveiro, un adversario que, si bien empezó muy fuerte el campeonato, ahora ha perdido un poco de fuelle. Con aplazamientos de por medio, el conjunto de A Mariña lucense no ha sido capaz de sumar más que dos de los últimos doce puntos en juego, lo que ha mermado su proyección clasificatoria.
A pesar de ello, Pérez hace un llamamiento a la precaución: “Será un partido muy complicado. El Viveiro tiene jugadores que saben a lo que juegan, duros y competitivos”, advierte.