“Que la sociedad reconozca los méritos sin distinción de sexos” fue el deseo que ayer formuló Meca Arcos al recibir el homenaje que le tributó el Concello en el teatro Jofre con motivo del Día de la Mujer. A lo largo del acto se hizo referencia a las muchas facetas de la galardonada: educadora, política, madre, pero sobre todo a su vinculación con la Semana Santa y al hecho de haber sido la primera mujer en presidir una Coordinadora de Cofradías, que fue el motivo principal de la concesión de esta distinción.
Interrumpida en varias ocasiones por los aplausos del público, Meca Arcos quiso agradecer en su discurso el papel jugado en su vida por su madre y por la maestra Marujita Castro Arenas, del colegio Ibáñez Martín, que pidió a su madre que la inscribiera para el examen de ingreso en el Bachillerato. Recordó la homenajeada que en aquella época cursar estudios en un centro público o en un colegio de la zona rural implicaba acceder únicamente a la educación primaria y señaló fueron los esfuerzos de su madre – “éramos seis hermanos”, recordó– y las becas del Plan de Igualdad de Oportunidades (PIO) los que le permitieron estudiar el Bachillerato y Magisterio. Ya casada y con hijos obtendría, además, la licenciatura en Pedagogía. “La promoción de la mujer comienza por la educación y la formación” como herramientas para poder tener autonomía, insistió.
Pero también incluyó en el capítulo de agradecimientos a los “hombres de mi vida”, su marido e hijos, a Juan José Castro, que como presidente en funciones de la Coordinadora de Cofradías la propuso para presidenta; al anterior obispo, José Gea, y al actual, Manuel Sánchez Monge, que estaba presente en el acto.
semana santa
Meca Arcos repasó su trabajo en pro de la Semana Santa y quiso compartir los resultados, “que ahí están”, con quienes colaboraron también para conseguir la declaración de esta fiesta como de interés turístico internacional. La Semana Santa, dijo, se ha convertido, además de un evento religioso, en un referente cultural y turístico que aporta una importante inyección económica a la ciudad.
Para finalizar, Arcos aludió a unas palabras del psiquiatra Enrique Rojas –en las que define la felicidad como la buena relación entre lo deseado y lo conseguido, el haber hecho el mayor bien posible y el menor mal consciente– para desear esa felicidad a los asistentes al homenaje.