El dique de mareas de A Cabana, del siglo XIX, y está considerado como uno de los más antiguos de España –data de 1810– será reconstruido y recuperado de cara a 2019, gracias a un proyecto planteado desde el área de Emprego e Promoción Económica, que dirige Álvaro Montes, y que ha conseguido la ayuda económica que gestiona la Consellería del Mar del 100% de lo solicitado.
El edil del área explicó ayer el proyecto planteado desde el Grupo de Acción Local do Sector Pesqueiro (GALP) de Galicia a la Consellería de Mar para financiación del fondo europeo de pesca, que tendrá un coste global de 217.390 euros, de los que son subvencionables 150.000, que han sido concedidos en su totalidad. El Concello deberá aportar una cuantía de 67.390 euros para completar la intervención de recuperación del antiguo astillero civil así como de su entorno.
La iniciativa se plantea en tres anualidades, destinándose la primera de ellas –2017– a las actuaciones preparatorias como la redacción del proyecto básico. La segunda incluirá una primera fase de las obras de restauración como e el muro del muelle y el acondicionamiento de las zonas verdes del entorno, para dedicar el último año –2019– a la segunda fase y más importante, destinada íntegramente a la construcción –el tinglado–.
La intervención no correrá a cargo de talleres de empleo, como otras actuaciones del área, sino que se adjudicará a una firma la actuación en la zona, que podría generar en torno a una docena de empleos.
Antecedentes
El dique de A Cabana está considerado como el más antiguo de Galicia y uno de los más singulares de España, representando lo que fueron las construcciones marítimas en Ferrol antes de que las demandas de los buques actuales hiciesen que se dejase de trabajar en estos astilleros civiles de menor tamaño.
Se trata de un elemento singular de ingeniería hidráulica del siglo XIX, un dique seco de carenar.
El dique de A Cabana es una construcción realizada con piedras de sillería en granito procedente de las canteras cercanas, hecha para durar siglos. Es un dique de mareas, es decir, aprovechaba la pleamar para introducir el barco y se vaciaba al bajar la marea sin necesidad de bombas. En su día contaba con unas compuertas que lo cerraban impidiendo que se llenara de agua en las sucesivas pleamares.
El astillero civil fue fundado en 1810 por Juan Antonio Cardemil y en 1836 fue adquirido por Manuel de Ciarán. Desde esta época se le hicieron muchas mejoras, renovando sus tinglados y edificando almacenes de nueva planta, sala de gálibos, herrerías, aserraderos y todo lo demás necesario, para atender a la construcción y carenar el dique de sillería con que cuenta desde su establecimiento.
Del astillero se conserva la parte más importante, el dique. l