Desde primera hora de la mañana de ayer el servicio de Salvamento Marítimo busca a un joven desaparecido en la costa de Lobadiz cuando extraía percebe junto a su hermano mayor.
El joven S.D.G., de 28 años, se encontraba con su hermano O.D.G, de 35, recogiendo el molusco cerca del Faro do Castro, cuando una ola los arrastró mar adentro durante unos minutos. Una nueva batida de la marea los devolvió a la costa y dejó al hermano mayor atrapado entre dos rocas. Aún así, O.D.G. consiguió agarrar a su hermano pequeño, pero una tercera ola se lo arrebató y el joven de 28 años desapareció en medio del fuerte oleaje.
El hombre de 35 años fue capaz de liberarse y escaló hasta una zona segura, desde donde llamó al CAE 112 para alertar de lo ocurrido. La Axencia Galega de Emerxencias movilizó a los Bomberos de Ferrol, Protección Civil, Policía Local y Nacional, Guardia Civil del Mar y Salvamento Marítimo. Una ambulancia asistencial trasladó al joven herido al servicio de urgencias del Arquitecto Marcide. Pasadas las 11.00 horas, más de 30 personas comenzaron la búsqueda del desaparecido por tierra, mar y aire. Desde el primer momento se descartó la actuación de los buzos, debido a las condiciones de viento y oleaje.
mar batido
Dada la violencia con la que el mar batía ayer en la zona peñascosa del acantilado, los servicios de salvamento apenas contemplan la posibilidad de encontrar al joven con vida. La embarcación Salvamar Mirfak y el resto de dispositivos –bomberos, policía y protección civil– concluyeron la jornada de búsqueda pasadas las seis de la tarde, con la caida del sol.
Sin embargo, ayer por la noche, a las 22.00 horas, durante la bajamar, los bomberos realizaron una nueva batida en la playa de Doniños, la más próxima al lugar del suceso, ya que no se descarta que la marea pueda devolver el cuerpo del joven al arenal. Además, se da la circunstancia de que justo enfrente de donde se encontraban los hermanos, una zona conocida por los percebeiros locales como “la cesta”, existe una gran fosa de más de doce metros de profundidad, a donde también podría haber sido arrastrado S.D.G.
La presencia de los inspectores de Costa de la Xunta, que decomisaron una bolsa con los percebes, confirmó la sospecha de que los hermanos se encontraban realizando esta actividad sin los correspondientes permisos. Un hecho que ha vuelto a poner el foco sobre los riesgos del furtuvismo y la escasa acción de vigilancia de la Xunta en la costa. “Mellor ter patrullas vixiando que una lancha de Salvamento buscando a un rapaz”, comentaban entre ellos algunos mariscadores de la zona.
Muchos, con dos décadas de experiencia en el oficio, coincidían en que ayer era uno de los días menos apropiados para extraer percebe. “La mar es muy traicionera. Hoy no era día de bajar, ni con licencia ni sin ella”, se lamentaba un percebeiro que faena a menudo en ese mismo lugar.
curiosos
A lo largo de la mañana, a medida que la trágica noticia corría por las redes sociales, un gran número de curiosos se acercó hasta la costa de Lobadiz, lo cual no ayudó en las tareas de búsqueda. Por ello, en torno a las dos de la tarde, la Policía Local instaló un control en la pista de acceso a los acantilados, para evitar que la zona se llenase de gente y de vehículos.
El concello y la propia Policía también pidieron a través de sus cuentas de Twitter la colaboración ciudadana para dejar trabajar a los equipos de rescate.
Las tareas de búsqueda se reiniciarán a las nueve de esta mañana, pero los operativos allí desplegados son conscientes de la dificultad que entraña la operación de búsqueda, debido a la cantidad de canales y pequeñas grutas submarinas que existen en la zona y, también, a las adversas condiciones del mar. No obstante, para hoy y para mañana la Agencia Estatal de Meteorología no ha decretado alerta amarilla en la costa, por lo que los servicios de Salvamento podrán trabajar en mejores condiciones. Los Bomberos de Ferrol tenían programado para dentro de unos días un simulacro de rescate en ese mismo punto, en coordinación con el helicóptero de Salvamento.
Precisamente, hace pocos días se cumplió el primer aniversario del último caso similar ocurrido en la comarca. Fue durante un temporal, en el faro de A Frouxeira, cuando varios miembros de la familia Bedoya fueron sorprendidos por una ola gigante que los arrastró al fondo de los acantilados. De las tres personas que cayeron al mar –dos hermanos y la hija de uno de ellos– solo se encontró el cuerpo de uno de los hombres, a pesar del intenso dispositivo desplegado en la zona.