El ferrolano Alberto Chan se ha convertido en los últimos meses en una de las caras más conocidas del negocio del “trading” financiero gracias, en parte, a sus apariciones televisivas en el programa de máxima audiencia “La Sexta Noche”. Allí, periódicamente, comparte sus conocimientos sobre economía y finanzas con millones de espectadores en la sección de “La Pizarra”.
Sin embargo, fuera del espectro televisivo, Alberto Chan lleva años ganándose a pulso un hueco entre los más prestigiosos traders del país. Ello le ha llevado a participar en numerosas conferencias en más de una docena de universidades, foros y eventos financieros. No en vano, con 24 años fue reconocido como el broker más joven de España. Su primer libro, “Gane Dinero en Bolsa” –grupo Planeta– se ha convertido en un “best seller” y va ya por su sexta edición.
Hace ya un tiempo, mientras gozaba de un acomodado puesto en la banca privada, rompió con todos los preceptos que, según él erróneamente, le habían enseñado respecto al trabajo y decidió emprender un camino hacia la independencia financiera, un concepto que hoy pretende transmitir a todos los ciudadanos. Aunque suene a dinero contante y sonante, el término no se refiere más que a “disponer de tu propio tiempo. Conseguir que el dinero trabaje para ti”.
educarse en las finanzas
Algo que pudiera parecer alcanzable únicamente por grandes gurús de las finanzas. Sin embargo, Chan se ha encargado de democratizar esta forma de pensar y lo ha plasmado ya en tres libros. Independientes, pero, de alguna manera, relacionados entre sí.
El último, “Educación Financiera (Para Padres e Hijos)”, publicado el pasado marzo, ahonda, entre otras cosas, en cómo obtener ingresos distintos a los del salario o crear negocios sin un capital inicial. Unos conceptos que ya recogía de forma más extensa en su segundo libro, “Las 10 Claves del Éxito Financiero. El Método Chan”. Esta obra, de 2015, ha vuelto a despertar el interés de la comunidad financiera un año después de su aparición en el mercado y ha recibido el aval de importantes economistas nacionales e internacionales.
En ella, Alberto Chan explica cómo logró alcanzar ese nivel de independencia económica que buscaba.
Nos da algunas pinceladas. La decisión comienza por romper las barreras psicológicas que existen en gran parte de Europa, especialmente en el sur y que, asegura, nos han inculcado en el colegio o en la familia. “Nuestro sistema educativo se encarga de formar trabajadores, pero no empresarios. No existe la cultura del emprendimiento y se promueve más ir a buscar un puesto de trabajo que crearlo”.
No resulta tampoco fácil de asimilar otro de los conceptos que Chan nos ofrece en el libro: “No hace falta tener dinero para montar un negocio. Lo importante es tener una buena idea. Si la tienes, siempre habrá alguien dispuesto a invertir en ella”. Un negocio, señala el trader ferrolano, ya no es un espacio físico con un mostrador. El mundo on-line es la clave de todo y permite a un emprendedor de Ferrol tener las mismas posibilidades de éxito que uno de Barcelona o de Shangai. “Ya no dependes de cuánto dinero tiene en el bolsillo la gente que pase por delante de tu puerta”.
asumir responsabilidades
Dentro de este proceso de transformación psicológica que debe asumir el que quiera gozar de esta independencia económica, explica Chan en su libro, está la asunción de responsabilidades. “Otro rasgo muy arraigado en nuestra cultura es el de echar la culpa a otro o al sistema. Poca gente acepta que, en la mayoría de los casos, la situación económica de una persona es fruto únicamente de sus decisiones”.
Una premisa no exenta de polémica, pero que el trader ferrolano defiende. “Si tu situación económica no te gusta, lo primero que tienes que hacer es algo. No se puede esperar a que la cosa cambie sin más. Y lo que hagas no puede ser lo mismo que te ha llevado a la situación en la que estás ahora”.
Sus libros, especialmente los dos últimos, ofrecen estas y otras muchas claves para acometer este reto y obtener la tan ansiada independencia económica, esa que nos permita disponer de más tiempo libre del que dediquemos a ganar dinero. Justo lo contrario de lo que hace la mayoría de los trabajadores y es que, según los cálculos de Chan, una persona que trabaja 40 años dedica tan solo 3 a sus vacaciones. “Dejando al margen los sueldos, ¿realmente compensa?”, se pregunta.
Para este joven emprendedor, basta con hacerse una pregunta: “¿valgo más de lo que me pagan?”. Respondan.