Transcurrido más de un mes desde que las plantillas de los diferentes centros de Navantia diesen la espalda al preacuerdo de convenio colectivo, la sección sindical de la CIG, que forma parte de la mayoría del comité junto con MAS, se reafirma en que “a alternativa pasa por un convenio propio para a ría de Ferrol”. El sindicato nacionalista cree que ya ha pasado un tiempo “prudencial” para analizar “a situación que estamos a vivir coa negociación colectiva”, que define de “parálise absoluta”.
En ese sentido, la CIG señala que “é innegable que non teñen nada que ver os argumentos para a defensa do non duns sindicatos e doutros, e moito menos os duns centros e mais dos outros. Están a anos luz”, apunta. Estas divergencias se extienden, asegura la central, a lo que ha sucedido “nos últimos anos” en relación con las movilizaciones a desarrollar, incluso, subraya, “sen asumir as decisións do comité intercentros”.
Esta “actitude” que percibe la CIG tanto de la dirección de la compañía como del máximo órgano de la representación social es la que debe orientar un cambio de rumbo. Denuncia que “uns dan a negociación por esgotada e outros non dan sinais de vida, sen propostas de reunións nin de mobilizacións para o grupo”.
La CIG se pregunta si “seremos capaces de reactivarnos, mobilizarnos e forzar á dirección a negociar outra vez logo de dúas negativas?” y si, en ese caso, el resto de los centros harían lo mismo. Aún va más allá cuando vuelve a cuestionar si “algúns van asumir a plataforma –el foro en el que se plantean las propuestas– en teoría aprobada por todos e mobilizarse para defendela se até o de agora non o fixeron?”.
Para el sindicato, el “nivel de presión preciso para retomar a negociación non debera quedar a expensas de decisións externas e desleais”, por lo que incide en que “chegou o momento” de recuperar la apuesta por un convenio propio, una posición que, apunta, se trasladará tanto al resto de los representantes en el comité como a la dirección del grupo naval pública. “Non podemos nin debemos resignarnos a unha nova travesía no deserto”, concluye la CIG que, como se recordará, junto con MAS mantuvo una opinión favorable al preacuerdo alcanzado a comienzos de diciembre.
El respaldo al preacuerdo de convenio colectivo de Navantia obtuvo el sí mayoritario en los centros de Fene, Ferrol, Madrid y Cádiz, pero no en Cartagena, donde la victoria del no fue aplastante, ni en San Fernando y Puerto Real, en estos dos casos con unos resultados más ajustados. En el conjunto del grupo, de las 4.920 personas que formaban parte del censo en el momento de la votación (el 17 de diciembre), 1.706 dieron su apoyo al articulado y 2.222 lo rechazaron. Hubo otros 39 papeletas en blanco o nulas. Votó, por lo tanto, el 81% de la plantilla.
En el astillero de Ferrol votaron 1.367 trabajadores de los 1.727 del censo, y 721 se mostraron partidarios de validar el acuerdo, a otros 628 no les pareció correcto y hubo 15 votos en blanco y tres nulos. En Fene hay censados 146 empleados y 69 dijeron que sí, 39 que no y se emitieron cuatro nulos.