Después de los excesos de Nochebuena, Navidad y Fin de Año, todavía queda por degustar uno de los postres más típicos de estas fechas: el Roscón de Reyes. Aunque todavía faltan un par de días para la gran venta, las pastelerías y confiterías ferrolanas ya se encuentran en plena producción para que nadie se quede sin su tradicional dulce.
Es el caso de Gascón, ubicada en la Carretera de Castilla, en donde ya el lunes comenzaron la elaboración de la masa “porque tiene que fermentar entre 24 y 48 horas”, explica el pastelero y director del obrador Pedro García. Tienen previsto elaborar unas mil unidades “y normalmente se venden todas”, por lo que hasta el propio día 6 el horno de la pastelería sigue con la producción.
La tradición sigue imponiéndose en el Roscón de Reyes, por lo que el clásico sin relleno es el más elegido por los ferrolanos a la hora de llevárselos a las mesas. “Aquí no pasa como con los turrones, donde sí empiezan a salir nuevos sabores; en esto no hay innovaciones posibles”, recalca García. Con todo, siempre hay algún goloso que prefiere el roscón lleno de nata e incluso se puede hacer con crema si el cliente lo especifica en la pastelería.
Eso sí, Gascón no admite encargos desde hace unos seis años ya que “se nos iba de las manos; llegamos a tener hasta 400 encargos para el mismo día y era un descontrol, así que decidimos esta medida y la gente lo entendió perfectamente”, comenta.
El precio de un Roscón de Reyes, que ya hoy se puede encontrar en la confitería ferrolana, oscila entre los 8 y los 30 euros, dependiendo de su tamaño –300, 500, 700 gramos o 1 kilo–. “A mayores siempre solemos hacer uno pequeños para los niños el día de la Cabalgata”, explica Pedro García, quien asegura que el único secreto de un buen roscón es el tiempo y que la clientela siempre es muy fiel a este dulce “porque ya no es solo consumir un producto de pastelería, sino continuar con la costumbre”.
reservas
En la pastelería La Nata, en el barrio de Canido, trabajan más con encargos, de los que ya cuentan con más de 300 –más de 100 sin relleno y sobre 30 o 40 con relleno, siendo la nata la más escogida por los clientes, seguida de la crema y el chocolate–.
Su producción empieza el día 5 a las seis de la mañana y se pasan todo el día y toda la noche elaborando la masa coronada con azúcar y frutas escarchadas. “La última hornada suele salir sobre las 11 de la mañana del día 6”, explica una de las socias del local, Carlota Rodríguez.
Desde las 9 de la mañana que abren sus puertas y hasta las 15.00 horas que cierran la verja, son muchos los que se acercan el día de Reyes a por el tradicional dulce. “Nosotros lo tenemos a 21 euros el kilo y tenemos tres tamaños”, explica Rodríguez, quien asegura que la gente “colabora mucho para que esta tradición no se pierda nunca”.