El fundador de las empresas Astano y Fenya fue el ingeniero naval y Contralmirante honorario José María González-Llanos Caruncho. Nació en Ferrol el 27 de junio de 1899, siendo hijo de Carlos González-Llanos Alesson, Contralmirante de la Armada, y Humbelina Caruncho, matrimonio que tuvo cinco hijos, tres de ellos oficiales de Marina y los otros dos ingenieros navales.
José M. González-Llanos ingresó en la Escuela Naval Militar el año 1913, siendo promovido a Alférez de Navío en julio de 1919. Durante los primeros años de su carrera estuvo embarcado en diversos buques: los acorazados “España” y “Jaime I”, cruceros “Carlos V” y “Cataluña”, contratorpedero “Proserpina” y cañonero “Marqués de la Victoria”, mandando el Torpedero número 2.
Durante la Guerra de Marruecos, años 1921 y 1922, participó a bordo del acorazado “Alfonso XIII” en la campaña de reconquista de Melilla y en las operaciones militares de Tiguisas y Tetuán. Durante los años 1924 y 1925 efectuó los estudios de ingeniero electricista en la Universidad de Lieja, siendo el número uno de su promoción. De regreso a España, ingresó en la Academia de Ingenieros de Ferrol, obteniendo el título de ingeniero naval el año 1928.
Ascendido a capitán de corbeta, el año 1929, siendo director de la empresa Juan Antonio Suanzes, pasó a prestar sus servicios a la Sociedad Española de Construcción Naval como jefe de los servicios eléctricos; en 1933 como ingeniero jefe del astillero, y en 1935 como director de la Factoría de Ferrol. En estos destinos tuvo una participación directa en el proyecto y construcción de varios buques de la Armada, entre ellos los cruceros “Baleares” y “Canarias”. Comenzada la Guerra Civil de 1936 cesó en su cargo y embarcó en el crucero “Canarias”, reintegrándose poco después como director de la Factoría, habilitado de capitán de navío.
Precisamente al inicio de la Guerra Civil, la mayoría de los ingenieros y técnicos británicos dejaron Ferrol siendo la Constructora Naval incautada por el Estado, dada su importancia como industria militar, tanto para la reparación de buques de guerra como para los suministros a las Fuerzas Armadas. Además de las obras de carácter naval, se modernizaron las instalaciones y se construyeron nuevos talleres de Maquinaria y Calderería. Una de las iniciativas más importantes de González-Llanos Caruncho fue la creación de la Escuela de Aprendices el año 1938, para la preparación teórica y práctica de empleados y operarios, siendo considerado este centro como un precedente de las posteriores universidades laborales.
Terminada la Guerra Civil se inició un plan de nuevas construcciones, bajo la dirección de José María González-Llanos: ocho cañoneros tipo Pizarro, nueve destructores tipo Audaz y otros nueve tipo Oquendo, además de las necesarias reparaciones de los buques dañados durante la la contienda. A ello se añadieron otras actividades específicas como la construcción de turbinas marinas.
Además de la amplia labor desarrollada por González-Llanos Caruncho en la Factoría durante estos años, debe reseñarse la fundación el año 1941 de la empresa Fabricaciones Eléctricas Navales y Artilleras (Fenya), que tuvo una gran proyección nacional e internacional, explotando patentes propias en una amplia gama de equipos eléctricos con destino principal a las Fuerzas Armadas. En sus empresas empleó generosamente a personal de Marina represaliado tras la Guerra Civil.
En el año 1949 cesó en la dirección de la Empresa Nacional Bazán de Ferrol para dirigir la empresa de Astano, que previamente había fundado el año 1941, partiendo de un modesto taller de carpintería de ribera en Fene, empresa que en pocos años se convirtió en uno de los más importantes astilleros mundiales. Fueron la enorme capacidad de José María González-Llanos, su excelente preparación técnica y su gran experiencia como director de la Empresa Bazán durante veinte años, las que posibilitaron este gran avance de la industria naval española, que repercutió en la comarca ferrolana, elevando el nivel de vida y dando trabajo a muchas personas.
La gran etapa de Astano se centró en la construcción de grandes petroleros, alguno de 360.000 toneladas, como el “Arteaga”, cuya botadura constituyó un acontecimiento internacional, desplazándose a Ferrol numerosos ingenieros extranjeros, dudosos del éxito de la botadura. No descuidó el aspecto social de la empresa, fomentando la creación del fondo de previsión social, la construcción de viviendas para los empleados y concediendo ayudas al personal.
Menos conocida fue su faceta docente como Profesor de la Academia de Ingenieros y Maquinistas, donde estudió, así como catedrático de la Escuela Superior de Ingenieros Navales de Madrid, desde 1947 a 1961, siendo autor de un excelente Tratado sobre Máquinas Eléctricas, declarado texto oficial de la escuela. Fue autor de numerosos artículos publicados en revistas especializadas, así como de ponencias presentadas en diversos congresos nacionales e internacionales. Fue presidente de la Asociación de Ingenieros Civiles de España.
Ascendido a contralmirante honorario en 1958, lleva su nombre a una glorieta del Cantón de Molíns quedando su memoria plasmada en una magnífica estatua, obra de Guillermo Feal, en el barrio de Esteiro de Ferrol, gracias al interés del presidente de la asociación de vecinos, Manuel Miraz, alumno de la Escuela de Aprendices y empleado durante cincuenta años en la Empresa Nacional Bazán. Nombrado Hijo Predilecto de la ciudad el año 1968, José María González-Llanos falleció en Ferrol el 14 de octubre de 1990. Estudiaron su vida y obra Guillermo Llorca, Jaime Antón y Antonio Blanco.
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