Los agentes de la Policía Local se desplazan prácticamente a diario a alguno de los arenales del municipio para tramitar denuncias relacionadas con el estacionamiento de autocaravanas. El Concello ferrolano carece de una normativa específica que regule este tipo de aparcamientos, por lo que se ciñe a la legislación autonómica en la materia. La policía acude generalmente a las inmediaciones de las playas alertada por las denuncias de particulares y cubre un informe –en el que figuran los datos de la autocaravana y del conductor de la misma– que posteriormente se tramita desde la propia administración local. Tan solo en el caso de que las autocaravanas –o cualquier otro tipo de vehículo– invadan zonas de dunas se encauza el proceso a través de la Demarcación de Costas. Las dunas de Ponzos y el aparcamiento de Doniños son las ubicaciones que más denuncias acumulan por este motivo.
Las quejas formuladas este verano afectan a la práctica totalidad de los arenales de la ciudad, tal como indican desde la Policía Local. La falta de una ordenanza municipal al respecto y la dificultad de corroborar el tiempo que pasan las autocaravanas en las áreas de estacionamiento de las playas dificulta la imposición de las sanciones pertinentes, según explican los agentes. Y es que la normativa autonómica permite acampar durante 24 horas en un mismo sitio, que pueden duplicarse con un permiso del Consistorio. Pero deben ser jornadas continuadas, por lo que una vez estacionado el vehículo, para poder imponer la multa, sería necesario demostrar que no se movió de la misma zona en ese período. “Tendría que haber allí un agente durante 24 o 48 horas, y eso es imposible”, señalan. Ahí está la dificultad de corroborar que se trata de una acampada, porque incluso estacionando en los aparcamientos de las playas, el simple hecho de desplazarse durante parte de la jornada ya evitaría esa continuidad que sería sancionable.