Con el inicio del nuevo curso toca retomar la actividad y pensar también en nuevas ideas y propósitos para intentar mejorar. En Parkinson Ferrol llevan 20 años luchando por dar a conocer la enfermedad, coordinar y gestionar todo aquello que sirva para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y de sus familiares, así como todo lo que sea posible para lograr la erradicación de la patología, aunque desde hace tiempo la falta de fondos hace más difícil estas labores.
“Seguimos con problemas económicos, así que intentamos recabar fondos por donde se pueda, con mesas, charlas... Tenemos algunas actividades pensadas para este año aunque aún están por concretar y estamos a la espera de firmar convenios. De momento no corremos peligro y esperemos que así siga la cosa; mientras no vayamos a peor”, comenta la presidenta de la entidad, Vanesa López, que llegó al cargo el pasado mes de febrero tras llevar año y medio colaborando con la entidad. “Nadie quiere ponerse al frente y hay que luchar y tirar del carro”, dice esperanzada.
La asociación cuenta actualmente con 60 socios enfermos, de los que 32 acuden a terapias semanales al centro y, en total, hay 162 colaboradores con la organización. Parkinson Ferrol, como muchas entidades sociales, vive de las subvenciones y las cuotas que pagan los socios. “Los colaboradores dan lo que pueden y los enfermos tienen que pagar 110 euros al año y, a mayores, si quieren venir a terapia tres días a la semana, deben abonar 40 euros más”, explica López.
Pero otro de los problemas con los que se encuentra, desde hace años la asociación, es la falta de espacio para poder llevar a cabo sus actividades de manera cómoda, debido a que el local que tienen en el número 64 de la Carretera de Castilla se les queda pequeño. “Tenemos solo dos aulas que tienen que ser compartidas con las clases de gimnasia, logopedia y las actividades con las psicólogas, así que una de nuestras reivindicaciones es que el Concello nos ceda un local (el que tienen ahora es de Abanca) más grande”, comenta.
Importancia de acudir
Vanesa López insiste en la necesidad de que la gente acuda a la asociación, porque es mejor atajar la enfermedad cuanto antes “para ir frenándola y entrenado las capacidades motoras y logopédicas”.
Según los últimos datos con los que cuentan en Parkinson Ferrolterra, en la comarca hay unos 500 enfermos de los que solo 60 son socios de la entidad.
“Muchos son muy mayores y no pueden desplazarse pero hay mucha gente joven, cada vez más, que tiene la enfermedad y no viene”, indica López, a cuyo padre le diagnosticaron Parkinson hace cuatro años cuando tenía 58.
Mayor inversión en estudios e investigación es algo que demandan también desde la asociación ferrolana, aunque poco a poco va habiendo pequeños avances como el plan activado el pasado mes de abril en el CHUF para la atención de las enfermedades neurológicas, coordinado por el doctor Diego Santos. l