El equipo multidisciplinar de la unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del servicio de Digestivo del CHUF ha conseguido curar una fístula perianal en un paciente de Crohn con la inyección de células madre vivas. Esta intervención se realizó el 17 de julio y la confirmación de su éxito quedaba a expensas de los resultados de la primera revisión semestral. Se buscaba la desaparición de síntomas como el dolor y el drenaje fistuloso y también la falta de abscesos y de inflamación mediante un estudio por resonancia. Se han conseguido los dos objetivos. Es el primer caso en Galicia que alcanza ese doble efecto en seis meses.
En julio, la operación era la tercera que se realizaba con células madre en la Comunidad.
“El caso ha ido bien, con una respuesta completa a los seis meses, tanto en lo que se refiere a la clínica del paciente como en la valoración radiológica que certifica si existe o no una cicatrización completa de la lesión”, explica Ana Echarri Piúdo, especialista en Digestivo y responsable de la unidad. “Estamos muy contentos, ya que constituye un avance importante para la calidad de vida de pacientes muy afectados”, añade. “Este tratamiento es el resultado del trabajo del equipo multidisciplinar, cuya experiencia y formación previa han permitido el desarrollo de este avance”.
Ana Echaurri: “Es un avance muy importante para la calidad de vida de pacientes muy afectados”
Estas operaciones continuarán en el área sanitaria y ya hay candidatos para la siguiente, que se llevará a cabo en cuanto lo permita la situación sanitaria.
Resistencia
Esta terapia celular alogénica, con células vivas procedentes de personas sanas, se considera actualmente el mejor tratamiento en fístulas de Crohn refractarias, es decir, que han resistido a otros tratamientos. Se realiza una limpieza y drenaje quirúrgico previo y, en una segunda intervención, se inyectan las células.
El perfil del candidato es muy concreto y debe ser valorado por la unidad multidisciplinar. Se necesita cumplir unas condiciones relacionadas con el número de orificios de la fístula, no tener abscesos o afectación inflamatoria rectal antes del procedimiento o haber fracasado con terapias biológicas previas, entre otras.
El comité está formado por profesionales de diferentes especialidades, incluyendo a la propia unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal, además de Farmacia, Radiodiagnóstico y Cirugía.