La Junta General Extraordinaria del grupo Nueva Pescanova ha aprobado este martes una capitalización de deuda por valor de 542,2 millones de euros y ha sido la entidad financiera Abanca el mayor acreedor que acudido a esta capitalización, de modo que ha incrementado su participación en la pesquera hasta superar el 97 %.
Así lo han comunicado fuentes de Nueva Pescanova, que han subrayado que la Junta celebrada este martes supone "un punto de partida para la superación de la mala situación financiera" que el grupo ha arrastrado desde su constitución, en 2015, debido a una deuda concursal heredada de la antigua Pescanova y que, aunque se había reducido, superaba los 600 millones de euros.
La empresa ha destacado que, al ser el principal acreedor, el hecho de que Abanca haya acudido a esta capitalización voluntaria de deuda, "hace posible la sostenibilidad de Nueva Pescanova a medio y largo plazo".
El presidente del grupo, José María Benavent, ha subrayado que, con el paso dado este martes, "renace el Grupo Nueva Pescanova". "La compañía está saneada, con unos fondos propios robustos y con la capacidad de desarrollar su negocio sin el lastre que suponía la deuda anterior. Ahora podemos ya enfocarnos en la ejecución del Plan de Negocio hasta 2024 para crear valor y crecimiento de forma sostenible", ha añadido.
En la junta también se ha aprobado abrir un plazo de 30 días para aquellos socios que quieran mantener su porcentaje en el capital social, a través de una ampliación de capital dineraria de un máximo de 50 millones de euros. Este tramo de ampliación tiene como finalidad evitar la dilución de aquellos socios que no hayan acudido a la capitalización voluntaria de deuda.
Superar una "difícil etapa"
Nueva Pescanova ha puesto en valor que, tras la decisión tomada, deja atrás "una difícil etapa de seis años", que empezó cuando la antigua Pescanova entró en concurso de acreedores "debido a la gestión de su anterior equipo directivo".
"Nueva Pescanova nació entonces con nuevos dueños y nuevo equipo gestor y de dirección, que diseñó un ambicioso plan estratégico, cambió su gobernanza en línea con las mejores prácticas, aprobó un Código Ético y realizó profundas transformaciones con el foco puesto en el consumidor y en aprovechar su valor diferencial: la integración de las distintas fases de la cadena de valor, desde el origen hasta el consumidor final", han proclamado fuentes de la compañía.
Impugnación
Por otra parte, la antigua Pescanova (Pescanova S.A.), que ostenta un 1,7 % de las acciones del grupo pesquero, ha informado de que estudia impugnar estas ampliaciones de capital, que han recibido su voto contrario en la junta de accionistas.
Según han comunicado fuentes de esta sociedad, en las ampliaciones aprobadas este martes se han cometido una serie de irregularidades. Así, señalan que "los créditos ni siquiera están vencidos", que "no se identifica a los titulares de los créditos que asumirán las participaciones", no se ha informado del importe exacto de los intereses que se capitalizarán, o que no se hace referencia al valor real atribuido a las nuevas participaciones (en el caso de la ampliación de capital dineraria), entre otras cuestiones.
La 'vieja' Pescanova ha denunciado que "toda esta operación únicamente se ha aprobado en beneficio exclusivo de Abanca", y "no hay intención" de reestructurar los negocios y elaborar un plan de viabilidad "serio" que "vaya más allá de las buenas intenciones".
Asimismo, ha advertido de que "se ha ocultado" a los socios información esencial, como el estado de la solicitud de financiación al ICO. "Tal ocultación es síntoma y reflejo de que los derechos de los socios minoritarios se supeditan al interés de Abanca, para quien los demás socios no somos más que una molestia", ha zanjado.