A Zlatan Ibrahimovic le va de perlas ese refrán español que menta a La Tacones. Lo que le gusta a ese hombre meterse en charcos. Será por aquello de que hablen de él, aunque sea mal. Es de los que se dedica a criticar acciones de otros que él mismo realiza, como afear el activismo social de Lebron James. Primero, meterse con Lebron ya es tener ganas de bronca. Es imposible que crea que va a callarle. Y segundo, después de que él denunciase no hace tanto el racismo que sufrió en los campos de fútbol de Suecia lo mínimo es dejar al resto que con su popularidad abandere la causa que quiera.