El pasado jueves día 4 el Consello da Xunta informaba de que las ventas de pescado en la comunidad habían descendido de media un 2,4% en 2020 a causa de la pandemia. El dato, extraído del último informe de la Consellería do Mar, fue celebrado por el organismo, apuntando que demostraba “o esforzo realizado pola frota galega” durante el inusitado año. Este resultado, no obstante, se encuentra muy alejado del obtenido por la cofradía de Ferrol durante el mismo período para esta área de productos, que descendió un 9,75% frente al año anterior –pasó de 9.671,26 a 8.728,49 kilogramos–.
Esta información, al mismo tiempo, puede resultar capciosa, dado que hace referencia a un segmento concreto de las ventas totales relativamente positivo y no a las cifras totales del sector durante todo el año; este punto es importante dado que, por un lado, no todas las cofradías ofrecen esta clase de productos –Bara-llobre, Mugardos y Pontedeume, por ejemplo, centran su actividad en bivalvos y cefalópodos y no cuentan con resultados anuales de ventas de pescados en la base de datos de Pesca de Galicia–; y, al mismo tiempo, porque la media gallega supuso una caída del 5%, mientras que en la ciudad naval se registró un incremento del 9,7%.
Donde sí se registró una caída muy por encima de la media de la comunidad fue en los ingresos, que pasaron de los 1.264.841,71 euros en 2019 a los 1.040.749,31 en 2020, es decir, un 17,7% menos frente al 10% del conjunto de la comunidad. Esto se debería, tal y como explica la Consellería do Mar, a la caída en el precio de los bivalvos –en Ferrol se pasó de los 8,11 euros por kilo a 6,08– por la baja demanda de la hostelería, su principal comprador. La situación, no obstante, resultó muy desigual en el resto de pósitos de la ría de Ferrol.
En el caso de Barallobre, las capturas descendieron un 12,2% el pasado año, pasando de 90.094,92 kilogramos en 2019 a 79.101,51 el año siguiente. Sin embargo, pese a esta importante caída, los ingresos por venta se incrementaron un 2,29%, alcanzando los 755.065,09 euros gracias al notable aumento del precio medio por kilo –se pasó de los 8,19 euros a 9,55–. En el polo opuesto se encontraría Mugardos, donde descendieron por igual el volumen de capturas (-31,7%) y el de ingresos (-17,5%), a pesar de registrar un importante incremento en el precio medio –de 9,08 a 10,96 euros por kilogramo–.
Por último, la cofradía de pescadores y mariscadores de Pontedeume fue la que mejores resultados obtuvo en todo el período de las que operan en la ría. En el caso de este pósito se obtuvieron el pasado año cifras positivas tanto en las capturas –se incrementó un 8,83%, pasando de los 17.399,3 kilos a 18.935,86– como en los ingresos, que aumentaron un 32% –de 197.318,73 a 261.900,88 euros–, en buena medida por el incremento registrado en el precio medio por kilo (21,9%).