Está claro cómo quiere jugar el Gobierno. La visita del presidente y del rey a la factoría de Seat por su setenta aniversario fue el primer gesto de apoyo al empresariado catalán, que ahora se ha visto reforzado con la decisión de instalar en Martorell la primera fábrica de baterías de coche de España. Se han olvidado de Vigo, de su potencial en el sector de la automoción y de su experiencia con los coches eléctricos. Pero no se trata de Vigo, se trata de todo lo que no sea Cataluña y eje Mediterráneo. Está claro que a nosotros nos quieren para criar vacas y percebes y poco más. Eso es al menos lo que demuestran.