La nueva erupción del Etna, que ha formado una columna de cenizas de nueve kilómetros de altura, ha obligado a cerrar momentáneamente el espacio aéreo en torno al volcán, por lo que algunos vuelos han sido desviados hasta el aeropuerto de Palermo, la capital de Sicilia (sur de Italia), informaron hoy las autoridades.
"La compañía gestora del aeropuerto de Catania informa de que, debido a la actividad eruptiva del Etna, el espacio aéreo está actualmente bloqueado al tráfico. Por lo tanto, ningún vuelo puede aterrizar o despegar", se indica en la web del aeródromo.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) ha emitido un aviso para la aviación después de que el Etna haya vuelto a entrar en erupción en las últimas horas, la decimoséptima vez desde que se desató la actividad en el volcán activo más alto de Europa a mediados del pasado mes de febrero.
La actividad volcánica en el cráter sureste, que comenzó de madrugada, provocó pequeñas explosiones y acabó formando una lengua de lava que se ha expandido hacia la parte del valle del Bove, en la isla de Sicilia (sur), además de la nube de cenizas.
Los servicios de socorro lograron localizar sanos y salvos a siete jóvenes que habían decidido ir al volcán, atraídos por la erupción, y que se perdieron en un sendero que conecta las dos vertientes cuando la actividad volcánica se encontraba en pleno rendimiento.
A través de indicaciones telefónicas, los jóvenes fueron dirigidos al refugio de Timparossa, donde esperaron la llegada de agentes del cuerpo forestal, que encontraron a los adolescentes asustados, pero en buen estado de salud, según medios locales.
El Instituto explicó que estos episodios eruptivos son un fenómeno típico de la reciente actividad del Etna.
Desde 1977 hasta la actualidad se han producido cientos de episodios similares al actual, incluida la secuencia excepcional de 66 entre enero y agosto de 2000 y unos 50 entre 2011 y 2013.