Izquierda Unida ha reiterado su compromiso para lograr un país republicano que permita avanzar en democracia, derechos sociales, feminismo y ecologismo, dado que la monarquía es sinónimo de "pasado y decadencia", además de carecer de "legitimidad "no solo de origen sino también por su corrupción".
Así lo plantea la formación a través de un manifiesto titulado 'Construyamos, juntos y juntas: Horizonte República' con motivo, este miércoles 14 de abril, del 90 aniversario de la proclamación de la II República.
IU expone que esta efeméride es "importante para la ciudadanía demócrata del país" al rememorar un "proceso histórico que constituyó un avance incalculable en términos de democracia y de justicia social".
Y es que pasado 90 años de esa fecha, la organización cree que España sigue teniendo "asignaturas pendientes" que no olvidan, como el "pleno reconocimiento de quienes lucharon por la libertad y la democracia frente al fascismo".
Pero además, IU asevera que la República es "sinónimo de futuro y de esperanza". "Futuro ante la decadencia de un régimen incapaz de satisfacer sus propias expectativas, y esperanza frente al odio de quienes nos quieren llevar al pasado y el miedo a los avances de quienes se conforman con la situación actual", ahonda.
Por tanto, destaca que es el momento de trabajar por un país republicano que "ponga la vida de las familias trabajadoras en el centro" y construir un horizonte que se "comprometa con los actuales retos sociales, culturales, políticos e institucionales".
De esta forma, el sistema republicano es sinónimo de un "país ecologista, feminista y plural que hace de la justicia social su bandera", frente "a los intereses de las oligarquías acostumbradas a mandar sin presentarse a las elecciones".
La monarquía carece de legitimidad
"Hablar de República es hablar de derechos sociales y de condiciones de vida dignas para la clase trabajadora y los sectores populares. Hablar de República es hablar de justicia, democracia y libertad", desgrana IU.
Además, confronta que el modelo republicano para el Estado implica un proyecto "participativo" frente a una "monarquía" que "carece de legitimidad, no solo de origen, sino por su corrupción".
"Monarquía es sinónimo de pasado y decadencia. Por el contrario, la República es un proyecto integral y renovador de país que abarca el conjunto de problemas, injusticias y anhelos de la ciudadanía, más allá del ámbito institucional", concluye.