La novena edición de Masterchef arrancó en la noche del martes y, como viene acostumbrando en las últimas ediciones del talent show, su casting, en el que han participado este año más de 70.000 aspirantes, no dejó indiferente a nadie. Quince nuevos candidatos se batirán en duelo en las cocinas más famosas ante la mirada de tres jueces que prometen diversión, pero también mucha exigencia gastronómica. La nota de la noche, sin duda, la puso la concursante gallega de esta edición, que ha sido el centro de atención desde el minuto uno del programa.
Las aventuras de la compostelana Ofelia Hentschel no dejarán indiferente al telespectador, tampoco lo harán muchos de sus compañeros con los que no ha tardado en tener los primeros encontronazos. Ofelia vive en Santiago, tiene 29 años y es experta en marketing hípico, entró en el programa con un plato que gustó mucho a los jueces, un salmonete con salsa de pimientos, aunque Jordi hizo sufrir un poco a la amazona y no le dio el pase directo al programa hasta minutos después de que Ofelia pensase que había sido descalificado. Quiso darle una lección ante la seguridad impostada que mostró la concursante en su primer encuentro con los jueces. La santiaguesa quiere ser la favorita de Jordi y sus aspiraciones en el concurso son sorprender con los cocinados y encontrar pareja a partes iguales. “Mi padre le puso a mi madre los cuernos con la niñera”, fue lo primero que contó la gallega en la prueba inicial. Sin duda, las aventuras de Ofelia en el formato de TVE darán mucho que hablar en las próximas semanas.
Cocinar una lamprea
Después de la selección inicial de concursantes, en la que predominaron platos de todo tipo y una prueba exteriores en Mallorca el equipo azul se tuvo que batir para elegir al primer expulsado de la noche y no lo pusieron hacer de la mejor manera: limpiando una lamprea bajo las indicaciones del chef Estrella Michelín, Pepe Solla. Los concursantes cocinaron con pánico ante el desconocimiento en la manipulación del manjar gallego y Ofelia suspendió en el cocinado, aunque esta vez se salvó en el cribado. Ojipláticos se quedaron seguramente los espectadores más apasionados por la lamprea. Un primer reto que abre paso a un programa que promete, a pesar de que los martes a partir de ahora toque dormir menos ya que hay cosas que no cambian en Masterchef , más de tres horas de programa que termina al filo de las dos de la mañana. El primer programa terminó con la expulsión del mayor del grupo, el abogado de 69 años al que su fallida preparación no le sirvió para continuar en el programa.