La organización Ecologistas en Acción denunció el pasado fin de semana el aumento en la importación y uso de Gas Natural Licuado (GNL) en Galicia tras el parón productivo de la central térmica de carbón de As Pontes. Por medio de un comunicado, la entidad apuntó que, entre 2015 y 2019 –es decir, antes de que se paralizase la actividad en la planta pontesa por el incremento en el coste de emisiones–, el consumo de GNL se incrementó un 62%, censurando que sigue tratándose de un combustible fósil “que nada ten de limpo ou verde e que contribúe a agravar a crise climática”.

Del mismo modo, el ente ecologista apunta que en el último Balance Enerxético de Galicia, correspondiente al año 2019, se constanta que la mitad del GNL consumido en la comunidad se utiliza en las centrales de ciclo combinado de As Pontes y Sabón, así como en unas 40 plantas de cogeneración de otras compañías industriales. En este sentido, la entidad criticó la apuesta de la Xunta por la regasificadora mugardesa de Reganosa, apuntando que “o sobredimensionamento da infraestrutura gasística e o afán por redibilizala son un atranco evidente para a transición enerxética rápida e xusta”.

Pandemia

Por otra parte, la organización señaló que la pandemia de coronavirus ha tenido un impacto directo en el uso de GNL, frenando parcialmente su incremento por la caída en el consumo eléctrico. De un modo más concreto, la entidad apuntó que la producción eléctrica en las centrales de ciclo combinado creció un 173% durante 2020, aseverando que, de no haberse reducido la demanda de la misma durante los meses de confinamiento este porcentaje sería aún mayor.

Por último, Ecologistas en Acción critica que se esté importando Gas Natural de Estados Unidos, donde a día de hoy es común y legal la controvertida práctica del “fracking”. Esta técnica, que consiste en la fractura subterránea del terreno para liberar gas atrapado, genera, apunta la entidad, “unha pegada de carbono que mesmo pode chegar a ser superior á do carbón”.

De esta forma, la organización ecologista aboga por la adopción de un modelo 100% renovable y un abandono de las fuentes de generación por combustibles fósiles, así como un consumo energético responsable y respetuoso con el medio ambiente.