Ayuso está replicando la estrategia de desinformación que llevó a Trump a vencer en 2017. Madrid es mucho más laxa que otras autonomías en medidas contra la pandemia “porque son una isla de libertad”, pero las pésimas cifras en infectados y muertos son culpa de Pedro Sánchez.

Presume de tener más abierta la economía porque “no quiere arruinar a los madrileños”, pero la caída de su PIB en 2020 ha sido del 10.5%, sólo tres décimas por debajo de la media nacional. Pide a los franceses que vengan a Madrid dejando caer que los bares cierran mucho más tarde, pero la culpa del turismo de borrachera es del ministro del interior “porque no pone controles”, y así todo, porque sabe que su parroquia electoral (hablamos de Madrid) no sólo premia la chulería, sino cualquier imagen que le sea emocionalmente atractiva, desde apadrinar a un millonario hasta despreciar a quienes buscan comida en una fila.