Con la calle Carmen Curuxeiras en obras –contratiempos como el derrumbamiento de una vivienda han provocado retrasos en su conclusión–, la Espartero levantada y en plena reurbanización, el gobierno local sigue en su empeño por aprovechar los fondos europeos y propios para darle el empujón definitivo al barrio de Ferrol Vello, con la licitación del proyecto de la calle San Francisco.
Ayer mismo se publicaba en la plataforma de contratación del sector público el inicio del proceso de contratación para la redacción del proyecto básico y de ejecución, así como la dirección de obra, de la arteria principal del barrio portuario, que la une a A Magdalena desde la Praza Vella.
El alcalde, Ángel Mato, considera este proyecto como el más ambicioso de los que se están llevando a cabo en este ámbito de actuación y se enmarca en el proceso completo de reurbanización de Ferrol Vello, aprovechando la inmersión del Concello en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible –Edusi– cofinanciada con fondos europeos de desarrollo regional.
El coste total de la obra está fijado en una cuantía que no deberá superar los 887.600 euros y el proyecto que ahora sale a licitación cuenta con un presupuesto base de 44.752,94 euros.
El concejal de Urbanismo, Julián Reina, apuntó que esta intervención se enmarca en la idea de este gobierno de actuar en entornos completos, con la idea de que cada barrio tenga una tipología propia, como ya sucedió en su día con las actuaciones en Canido.
Aunque el proyecto delimitará cómo debe ser la obra a ejecutar, respetando las indicaciones propias que confiere este barrio declarado BIC y con un Pepri en vigor, el edil de Urbanismo apuesta por la posibilidad de contar con una plataforma única que elimine las actuales aceras y delimite con pavimentos diferentes la zona peatonal de la rodada, de forma similar a la actuación que se esta llevando a cabo en la calle Carmen Curuxeiras. También se trabaja con la posibilidad de eliminación de los aparcamientos en el lateral, para lo que habrá que buscar una solución que dé salida a las plazas que se perderían en la calle.
La obra de San Francisco implica una actuación en una superficie de más de 2.500 metros cuadrados. Al tratarse de una vía del casco histórico con losas en las aceras y adoquín en la calzada, está previsto el aprovechamiento de esas losas recolocándose tras haber numerado previamente las piedras catalogadas para ocupar su lugar en su momento.
También se renovarán las instalaciones de la calle (agua, gas, etc.) y se procederá al soterramiento del cableado.