Irene Montero está un poquito más cerca de tener que pasar por los tribunales. Todo por eso de ser una madre tan ocupada que decidió que no hay nada mejor que tener, supuestamente, una niñera en el Ministerio de Igualdad, y, para que todo sea más fácil, se le da un cargo de esos de sueldo más que magro y todo solucionado. El problema es que eso de recibir casi 52.000 euros al año por cuidar de los crios de la jefa está bien si no se trata de sueldo público, como en este caso, que en ese caso, se trata de un delito. El juez, que ha imputado a la niñera-alto cargo tiene la última palabra sobre este asunto.