El fuerte temporal registrado ayer en el litoral del área de Ferrol, con olas que llegaron a alcanzar los doce metros de altura en algunos puntos y vientos que, según los datos recogidos en el observatorio de Punta Candieira, en Cedeira, superaron los 130 kilómetros por hora, provocó importantes daños en el puerto de Ares. De hecho, uno de los pantalanes en el que estaban amarradas un total de 18 embarcaciones, en su mayoría de pesca deportiva pero también de artes tradicionales, se soltó y quedó a la deriva.
El grave suceso provocó que se movilizase un fuerte contingente de personas, integrado por personal del Concello de Ares, miembros de Protección Civil, socios del Club Naútico y los propios pescadores, para tratar de salvar el mayor número posible de embarcaciones y también para retirar del mar los restos de las destrozadas por el temporal, a fin de evitar que quedasen a la deriva y provocasen nuevos incidentes.
Según la información facilitada por responsables de Protección Civil, doce barcos pudieron ser rescatados, aunque casi todos con importantes desperfectos, pero los otros seis quedaron totalmente inservibles. Algunos directamente se hundieron y otros se rompieron en mil pedazos, de forma que varios puentes aparecieron en la playa de O Xuncal, la zona de la rampa y otros puntos del litoral aresano.
En cuanto al pantalán afectado, que fue el de la Cofradía de Pescadores, el equipo de trabajo logró reflotarlo a primeras horas de la tarde y lo arrastraron hasta la zona del muelle, donde lo ataron provisionalmente, en espera de las medidas que se puedan adoptar una vez que pase el temporal.
Ayer por la tarde fue necesario reforzar el amarre de un velero que embarrancó en la zona de la playa de O Xuncal.
El alcalde de Ares, Julio Iglesias, se mostraba ayer consternado por lo sucedido, por el peligro que provocó el pantalán hasta que fue reflotado, por la desaparición de una infraestructura vital para los trabajadores del mar y por la falta de colaboración de otras administraciones al margen de la local.
Iglesias destacó la labor de los voluntarios para hacer frente a una emergencia ante la que el Concello \“llegó, como siempre, el primero y se fue el último\”. Lamentó asimismo que ni desde la Xunta ni desde Portos hubiera habido si quiera una llamada telefónica para interesarse por lo ocurrido. \“A la hora de la verdad los Ayuntamientos son los que arreglan las situaciones más urgentes, el resto están desaparecidos\”, insistió.
infraestructura necesaria
Una vez que los barcos de bajura han sido abarloados en el espigón grande o fondeados en la ensenada, el siguiente paso que dará el Concello es reclamar, desde hoy mismo, la reconstrucción del pantalán, porque es \“imprescindible para la actividad pesquera, que es una industria vital para el municipio\”.
\“Desde pequeño escucho la necesidad de infraestructuras para la pesca y la única que tenemos nos duró solo seis años\”, indicaba ayer el alcalde.
El fuerte oleaje que se registró a lo largo de toda la jornada se hizo más intenso por la tarde, con la subida de la marea. Vecinos de la villa de Ares aseguraron no haber visto nunca unas corrientes de resaca tan fuertes como las de ayer.
Por su parte, en el litoral cedeirés hubo olas que por la mañana llegaron a alcanzar los nueve metros de altura, por lo que el agua del mar pasaba por encima del espigón del puerto y el paseo náutico estuvo totalmente intransitable. Cifras más altas se alcanzaron en la zona de Estaca de Bares, en la que las mediciones de las boyas registraron olas de doce metros de altura.
En cuanto a los vientos, en el observatorio meteorológico de Punta Candieira, emplazado en la zona de A Capelada, se registraron ráfagas de viento de más de 130 kilómetros por hora, mientras en la estación de Aldea Nova, en la parroquia naronesa de Sedes, rozó los 100 y en Ferrol llegó a los 64 kilómetros por hora.
Además de viento, en la madrugada de ayer también hubo importantes lluvias, por lo que se registraron algunas incidencias que obligaron a movilizarse a los servicios de emergencia.