Hace dos años, el ferrolano Manuel Garat Caramé asumió el mando del Arsenal militar. El momento económico no era, ni lo es ahora, el más favorable, pero ha podido sacar adelante proyectos que permanecían en cierto estado de parálisis.
Dos años después de asumir el cargo, ¿qué objetivos de los que se había marcado se han cumplido y cuáles no?
Cuando asumí el mando del Arsenal España estaba ya inmersa en la difícil situación económica generada por la crisis y la Armada realizaba su labor en un marco presupuestario muy exigente. Respecto al Arsenal, el reto principal fue adaptar los procedimientos de trabajo para rentabilizar ese recurso, limitado en comparación con ejercicios anteriores, pero inmensamente valioso, sobre todo considerando el notable esfuerzo y sacrificio que la ciudadanía tuvo y tiene que hacer para ponerlo en nuestras manos. Creo que el principal objetivo, mantener la operatividad de los equipos y sistemas de los buques, se ha cumplido satisfactoriamente; en parte por el esfuerzo adicional que hemos hecho y en parte, también, gracias a las reservas de todo tipo que acumulamos durante los años anteriores, por lo que, lamentablemente, cada vez será más difícil mantener esta crítica situación. Debo decir además que parte del éxito se debe a la valía del personal del Arsenal, que ha afrontado esta situación como un reto personal, con una dedicación y un espíritu constructivo francamente encomiable.
¿Con qué presupuesto cuenta el recinto y cómo ha evolucionado en los últimos años?
A priori es francamente difícil determinar cuál es el presupuesto real del Arsenal para ejercer todas sus funciones, pues el gasto que se realiza pertenece a muy diversas partidas, muchas veces compartidas con otros órganos de la Armada y otras veces ejecutadas de forma centralizada. Es más ilustrativo hablar de la ejecución de gasto público que la Armada realiza en Ferrol, que –sin contar con las inversiones de Defensa en la construcción de nuevas unidades para la Armada– podría cifrarse en 150 millones de euros, cantidad que es la que realmente puede revertir directamente en la ciudad. En cuanto a su evolución, efectivamente ha disminuido en los últimos cinco años, pero lo ha hecho en menor proporción que la disminución del presupuesto de Defensa, lo que demuestra hasta qué punto el sostenimiento de la Fuerza Naval sigue siendo la prioridad de la Armada.
¿Hay algún avance en el desarrollo del Plan de Racionalización de las Infraestructuras de Defensa?
El Prepidef prevé cuatro actuaciones que afectan a las instalaciones de la Armada en Ferrol (la reubicación de la Intendencia, el Parque de Automóviles, la Factoría de Subsistencias y la Oficina Delegada de Defensa). En principio, solo se ha concretado la que se refiere al traslado de la Intendencia dentro del recinto del Arsenal, que se pretende comenzar antes de finalizar el año, realizando obras por un valor aproximado de 450.000 euros, en dos anualidades, y finalizando, por tanto, en 2015. El resto de actuaciones deben acometerse antes de que concluya 2016.
¿Ha condicionado el escenario económico la planificación operativa de las unidades con base en Ferrol?
La Armada ha hecho un gran esfuerzo para mantener los niveles de alistamiento de las unidades, para lo cual ha habido que intensificar la actividad en la mar, primando aquella orientada directamente hacia el adiestramiento de las unidades que debían incorporarse a las agrupaciones de la OTAN (especialmente la SNMG-2) y en las operaciones \“Atalanta\”, en el Índico, y \“Active Endeavour\”, en el Mediterráneo, en las que las F-100 han ejercido la función de buque de mando a plena satisfacción.
Tras la venta de la \“Baleares\”, ¿hay novedades sobre las bajas del \“Príncipe de Asturias\” y las otras dos F-70?
Recientemente ha finalizado el proceso de enajenación de la \“Baleares\” –el miércoles abandonó la ría– y se continúa con los de la \“Asturias\” y \“Extremadura\” y el del portaeronaves \“Príncipe de Asturias\”, así como los de varias embarcaciones menores del Tren Naval. Son procesos administrativos largos y complejos que, si todo va bien, comenzarán a dar resultados a finales de este año o comienzos del que viene.
¿Todavía es factible la venta del \“Chilreu\”?
Una vez que se dio de baja en la Armada, se planteó la posibilidad de su venta y aunque inicialmente despertó el interés de algunos países, finalmente ninguno de ellos llegó a concretar sus pretensiones, por lo que hace unos meses iniciamos el desarme previo a su enajenación, prevista para el próximo año.
Tras la apertura del Arsenal con la Ruta de la Construcción Naval y del Palacio de Capitanía, ¿prevén dar otros pasos?
Todos los que sean realmente factibles. Allá donde exista un bien cultural o patrimonial que sea de interés para la población, la Armada trabajará con las autoridades locales –como siempre– para abrirlo al público tanto como sea posible. No obstante, es justo reconocer que en los últimos años la accesibilidad del público a las instalaciones de la Armada en Ferrol ha llegado a un punto muy satisfactorio. Es difícil avanzar más sin contar con nuevas fuentes de financiación, pero desgraciadamente en la situación actual son muy difíciles de encontrar. n