El Gobierno de Rusia ha expresado este martes su deseo de que la reunión que mantendrán este miércoles los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Vladimir Putin y Joe Biden, respectivamente, sirva para impulsar un diálogo sobre el control de armas destinado a la reducción del número de armas estratégicas.
"Espero que la cumbre sea un punto de partida, ha señalado el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov, en una entrevista concedida al diario 'Izvestia' en la que ha incidido en que Moscú "ha entregado sus propuestas" a las autoridades estadounidenses.
"Está en curso el proceso de análisis interno. Es difícil predecir cuánto tiempo les llevará", ha manifestado, antes de resaltar que "por ahora" no ha habido un pronunciamiento por parte de Washington, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Sputnik.
En este sentido, Riabkov ha señalado que espera que la cumbre entre Putin y Biden "dé un inicio al trabajo, a la ardua labor de negociaciones", antes de hacer hincapié en que es necesario "limitar armas y fortalecer la estabilidad estratégica en vez de incrementar armas" para reforzar la seguridad.
Según especificó la Casa Blanca cuando se confirmó la fecha de la reunión entre ambos líderes, Biden y Putin discutirán "toda la gama de cuestiones urgentes" entre ambos países, a medida que "buscan restaurar la previsibilidad y la estabilidad de la relación" entre Moscú y Washington. Por su parte, el Kremlin precisó que los líderes debatirán la lucha contra la pandemia de COVID-19 y la "resolución" de los conflictos regionales.
Por su parte, Yuri Ushakov, asesor de Putin para Asuntos Internacionales, ha destacado este mismo martes que la cumbre podría derivar en el regreso de los respectivos embajadores a sus puestos, tras el reciente aumento de las tensiones bilaterales.
El embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov, viajó a Moscú en marzo después de que Biden tildara a Putin de "asesino" durante una entrevista. Posteriormente, Washington impuso sanciones y expulsó a diplomáticos rusos, ante lo que Moscú respondió recomendando al embajador estadounidense, John Sullivan, que viajara a Estados Unidos para consultas.
"Ahora da la impresión que los embajadores están equivocados de lugar. La intención es que al término de la cumbre, si lo acuerdan los presidentes, vuelvan donde deben trabajar. Si los presidentes toman esa decisión, los embajadores podrían regresar a las capitales nada más finalizado el evento en Ginebra", ha dicho.
"Hemos quedado en que los dos embajadores formarán parte de las delegaciones (que participarán en la cumbre en Ginebra), lo cual me parece una señal de que luego pasarán a trabajar en otro sitio", ha argumentado Ushakov.
Ushakov ha destacado que la cumbre empezará en formato reducido con un encuentro entre los presidentes y los ministros de Exteriores, tras lo que se ampliará para que participe la totalidad de las delegaciones. "No sé si los presidentes se harán a un lado para mantener un verdadero cara a cara, depende de ellos", ha valorado.
De esta forma, ha manifestado que durante la reunión se abordarán "el estado actual y las perspectivas de las relaciones ruso-estadounidenses", así como aspectos de "estabilidad estratégica", "seguridad informática" y "temas de cooperación económica, clima, el Ártico y, naturalmente, la lucha contra el coronavirus".
Por último, se abordarán igualmente "problemas regionales" como la situación en Oriente Próximo, Libia, Afganistán, la península de Corea y el programa nuclear iraní, así como el conflicto en Nagorno Karabaj y Ucrania y la crisis en Bielorrusia.
Ushakov ha manifestado además que "los presidentes pueden plantear cualquier tema" y ha agaregado que Moscú "es consciente" de que Biden va a poner sobre la mesa el caso del opositor Alexei Navalni, encarcelado tras ser detenido detenido en a su llegada a Moscú por incumplir la libertad condicional tras pasar meses en Alemania recuperándose de un envenenamiento del que el destacado opositor culpa directamente a Putin.
Pese a todo ello, ha destacado que "no se esperan avances radicales en la cumbre". "No estoy seguro de que se logren algunos acuerdos", ha apuntado, antes de resaltar que "es un primer encuentro" que tiene lugar en un momento en el que "las relaciones bilaterales están en en una tesitura complicadísima". "Creo que las dos partes son conscientes de que es hora de empezar a resolver los atascos que se han creado", ha zanjado.