Henri Jesús es un niño senegalés de cinco años que hasta esta semana sufría ceguera a consecuencia de la catarata bilateral con la que nació, y acaba de recuperar la visión en ambos ojos gracias a la cirugía solidaria practicada en el hospital de Ferrol por oftalmólogos de la oenegé Azul en Acción, creada hace dos décadas en el seno de la Policía Local de Murcia.
El pequeño fue diagnosticado en su país en 2019 en el marco del proyecto humanitario “Mejora de la salud ocular de la población de Senegal”, cuando tenía una agudeza visual inferior al diez por ciento, pero entonces no fue posible practicar la cirugía por su corta edad y porque no había tiempo suficiente para garantizar un seguimiento postquirúrgico óptimo, por lo que se le emplazó para ser intervenido al año siguiente.
Como recuerda el presidente de Azul en Acción, Jesús Franco, la pandemia del coronavirus interrumpió el año pasado los programas de ayuda internacional de las organizaciones humanitarias y suspendió los viajes de los profesionales sanitarios, lo que les llevó a paralizar el proyecto senegalés mientras la salud del pequeño se iba deteriorando.
“La familia nos informó de que ya no podía ir al colegio ni jugar con otros niños. Ya no veía prácticamente nada y cada vez estaba más aislado por su invalidez visual porque en Senegal no hay organizaciones como la ONCE y los niños discapacitados no disfrutan de las mismas oportunidades que tienen en España”, explica este cooperante.
Irreversible
Ante esa situación, la oenegé derivó al pequeño a Dakar a una consulta de Oftalmología que confirmó el agravamiento de su estado y el riesgo de ceguera irreversible que corría si no se operaba a tiempo por la aparición de nuevas patologías en ambos ojos.
Tras meses de trámites administrativos y permisos internacionales, el niño llegó a España con su padre a principios de junio y fue operado de un ojo el pasado día 11; seis días después, del otro.
Como afirma el presidente de Azul en Acción, que ha acompañado a la familia en Galicia en los primeros días de su estancia, “no veía nada, pero había adaptado todos sus sentidos para orientarse por la voz. Allí, la necesidad es por instituto puro y duro de supervivencia, no hay más (...)”.
La recuperación en el primer ojo, que fue posible a las escasas horas de ser intervenido, “fue sobrecogedora porque saltaba”
La recuperación de la visión en el primer ojo, que fue posible a las escasas horas de ser intervenido, “fue sobrecogedora porque saltaba, corría y miraba a su padre constantemente”, explica emocionado.
Cuando reciba el alta hospitalaria en unos días, Henri Jesús y su padre pasarán dos meses en la ciudad de Gijón, en casa de la delegada de la oenegé en Asturias, para que se le realicen las revisiones periódicas previas a su regreso definitivo a Senegal.
En los 21 años de vida de Azul en Acción, con delegaciones en Galicia, Asturias, Alicante, Murcia y Andalucía, se han llevado a cabo cerca de un centenar de proyectos educativos, sanitarios y de construcción de infraestructuras básicas, además de intervenciones en emergencias derivadas de catástrofes naturales.
La crisis sanitaria de la covid-19, según el presidente de esta organización, ha paralizado todas las intervenciones en el exterior, si bien sigue siendo necesario el apoyo ciudadano para financiar estos “programas inversos” de ayuda internacional que se están acometiendo ahora, como la cirugía al niño senegalés o la reconstrucción facial realizada también estos días a un joven del mismo país africano.