El fútbol de Ferrolterra volverá a tener en Míchel Alonso (Ferrol, 1974) un embajador en los banquillos a nivel nacional. Pero esta vez lo será a más distancia de cuando lo fue en el Rápido de Bouzas o el Coruxo. Su nuevo destino es el Formentera, que viene de ascender a Segunda RFEF y en donde el técnico de Caranza vivirá un reto tanto a nivel futbolístico como personal. El preparador, de todas formas, está convencido de poder sacar adelante esta empresa, como lo hizo en sus anteriores etapas
¿Qué le llevó a aceptar la propuesta del Formentera?
Todo fue muy rápido. Me llamaron y en 48 horas me decidí. Lo que me convenció es que mostraron mucho interés en mí, me dijeron que yo era la opción adecuada para ellos por poder combinar la función de compaginar la función de entrenador con la director deportivo... Además, todas las referencias que tenía en cuanto al funcionamiento del club, tanto de jugadores como del entrenador que estaba allí (Raúl Pérez), fueron buenas y eso me llevó a aceptar.
¿Le sorprendió que lo llamaran sin apenas conocerle?
Por una parte sí que fue una sorpresa, porque fue una llamada directa, sin agentes por medio y eso no es habitual.
¿Tener que ir tan lejos le hizo pensarse más la oferta?
Te lo tienes que pensar. En los últimos años estuve fuera de casa, pero es algo que no tiene nada que ver con esto porque estaba a dos horas de distancia. Aquí, sin embargo, en principio voy sin mi familia y te lo tienes que pensar. Son cosas que se hablan en casa y ahí me animaron a dar el paso, un punto muy importante. Pero es cierto que te lo piensas un poco más que si la oferta fuera de por aquí cerca..
¿Considera esta etapa como el mayor reto de su carrera?
Que esta etapa sea fuera de tu entorno habitual puede hacer que sea diferente a lo habitual, que sea un reto más complicado. Pero al final es entrenar a un equipo y jugar, como si fuese cualquier otro equipo. No lo considero un reto mayor que otros de los que tuve.
¿Qué objetivo le han trasladado que va a tener la próxima temporada su nuevo club?
Esta temporada el Formentera accede a Segunda RFEF, así que el club me ha transmitido cautela, que salvar la categoría es lo más importante. Ahora estamos inmersos en el tema de fichajes, porque hay que hacer bastante incorporaciones y con ellos vamos a ver a qué podemos aspirar en una liga de 18 equipos, con cinco descensos y en la que apenas hay término medio, lo que le va a hacer más complicado.
¿Cómo marcha la construcción de la nueva plantilla para hacer frente con garantías a la nueva categoría?
Estamos en el proceso de renovación de jugadores, de confirmar quiénes van a continuar, que calculo que van a ser entre ocho o nueve futbolistas. A partir de ahí, se harán más incorporaciones que gente que se queda en la escuadra.
Intentaré aprender rápido cómo es el fútbol de aquí
El objetivo del Formentera para la próxima temporada es el de pelear la permanencia, pero el cuadro insular cuenta con la ventaja de venir de un ascenso a Segunda RFEF que le permite estar instalado en una dinámica ganadora. Es algo de lo que Míchel Alonso espera aprovecharse para que las cosas sean algo más fáciles en su estreno en un fútbol, el mediterráneo, diferente al que se juega en Galicia y al que espera adaptarse.
¿Confía en aprovechar el hecho de que el Formentera, tras su ascenso, atraviese una dinámica positiva?
Tiene que ser un arma positiva para nosotros. La temporada siguiente a ascender de categoría se encara con una dinámica ganadora, con ganas de demostrar cosas, de hacerlo bien... y eso puede ser importante de cara a la próxima temporada. Esperemos que realmente lo sea y que juegue a nuestro favor.
¿Espera que, con matices, el fútbol de la zona mediterránea sea diferente al del norte?
Seguro que sí. Es cierto que todo es fútbol, pero hay condicionantes, matices que hacen que el juego de una zona y de otra sean diferentes. El hecho de jugar contra equipos a los que nunca me enfrenté, que me atrae y me animó a irme tan lejos. Intentaré aprender rápido las diferencias que haya.