El jefe de filas de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, ha revalidado este sábado por quinta vez su liderazgo en el PPdeG con el apoyo del 98,3% de los algo más de 800 compromisarios que se desplazaron al Multiusos do Sar compostelano en un congreso marcado por la pandemia, y en el que, sumando los invitados, se superaron los 1.100 asistentes, un aforo mucho menor de lo que es habitual en este tipo de citas del PPdeG.
Del total de votos emitidos, 801 delegados han dicho sí a la candidatura del dirigente de Os Peares. Con todo, ha habido también 14 votos en blanco y uno nulo.
Sin apenas incógnitas en clave orgánica, el presidente había desvelado el conjunto de su nueva dirección, en la que repite como secretario general el ferrolano Miguel Tellado, este viernes, en el que logró convocar en Galicia a la mayor parte de barones autonómicos de su partido. El mensaje para una foto con la que se reivindicó la diversidad del partido compatible con la unidad: "Todos somos el PP de España", aunque su primer tuit estuvo dirigido a los gallegos.
Feijóo también aprovechó la pasada jornada, ya en clave autonómica, para proclamar que se presentaba con el reto de las municipales en el foco --ha sumado numerosos perfiles municipalistas en su candidatura-- y también, cuando se convoquen las generales, para ayudar a Pablo Casado a llegar a La Moncloa.
No hubo compromiso expreso, sin embargo, de ser el candidato a la Xunta en 2024, aunque muchos dirigentes gallegos se lo han pedido incluso públicamente este sábado. Su reelección de este sábado le blindaría para ello, pero Feijóo ha evitado explicitarlo en sus distintas intervenciones y pese a ser preguntado expresamente cuando presentó los avales.
Ni una pandemia ha conseguido debilitar sus resultados en Galicia y, de hecho, el PPdeG logró en las elecciones autonómicas del año pasado un escaño más, hasta 42, que en la legislatura anterior. Feijóo ha sido reelegido para un quinto mandato al frente del partido, cuatro años más, a falta de tres años para terminar la legislatura.
Se trata de un líder al que nadie hace sombra. En el partido su segundo de a bordo es Miguel Tellado, el secretario general reelegido; en la Xunta, el vicepresidente Alfonso Rueda, quien fue también durante mucho tiempo el número dos del PPdeG, y escudero fiel de Feijóo en el Gobierno gallego.
Pero, de momento, nadie quiere hablar de un posible sucesor y no asoma ninguna cabeza ni en el partido ni en el Ejecutivo autonómico, mientras Feijóo deshoja la margarita sin descartar ahora, después de haberlo negado anteriormente, volver a ser el candidato a la Xunta en 2024.
De hecho, cuando el pasado 1 de junio confirmó que se optaba de nuevo a liderar el PPdeG solo dijo que no se comprometía a presentarse de nuevo a la Xunta porque "del futuro se habla en el futuro".
El PPdeG, que fue el partido de los barones provinciales, auténticos caciques que incluso echaron algún pulso al mismo Manuel Fraga, está ahora imbuido de una especie de 'pax feijooniana' en la que nadie habla más alto que el líder.
La Xunta tiene once departamentos, incluyendo dos vicepresidencias, pero no hay ningún conselleiro "estrella" que se perfile como el próximo candidato.
La nueva dirección del partido ha crecido hasta seis vicesecretarías para incluir a las conselleiras Fabiola García y Ánxeles Vázquez, si bien estos cargos apenas han tenido presencia, un papel que desde 2006 se ha arrogado el secretario genera.
El partido tuvo entre 2009 y 2016 la figura de un portavoz específico, cargo que ha renunciado a recuperar en este congreso.
Feijóo consiguió el liderazgo del partido allá por enero de 2006, cuando aún se establecían, en el seno de la formación creada por Fraga, diferencias entre "boinas" y "birretes".
En estos supuestos dos bandos, entre lo rural y lo urbanita universitario, el nuevo líder se situaba en el segundo, aunque eso ya queda lejos porque el PPdeG no dirige ninguna ciudad y exhibe Lalín como epicentro de su poder local por el simbolismo, si bien la localidad más poblada que gobierna es Arteixo, en el área metropolitana de A Coruña.
Desde que él es presidente de los populares gallegos, el BNG ha tenido cuatro líderes y el PSdeG, otros cuatro. Además, una nueva formación, En Marea, despuntó como segunda fuerza política la pasada legislatura para desaparecer en la actual.
A todos los ha visto pasar Feijóo desde su atalaya, desde la que también contempla el escenario político nacional sin decidirse a entrar en él.
Para los anales de la política quedará aquel acto, en el jardín de un hotel compostelano en junio de 2018, donde Feijóo lloró al anunciar contra todo pronóstico, alimentado desde Madrid principalmente, que no optaría a liderar el partido y a suceder a Mariano Rajoy.
Hubo quien vio en esa decisión la necesidad de proteger su vida privada o incluso quien recordó la historia de sus fotos en un barco con Marcial Dorado -entonces contrabandista y después condenado por blanqueo de capitales procedente del narcotráfico- para justificar ese paso atrás inesperado, cuando contaba con el apoyo de a amplios sectores del partido.
Feijóo argumentó que lo hacía porque se debe a Galicia y desde entonces ha seguido en el medio de la escalera, sin aclarar si sube o baja. Pero siempre bien situado en las quinielas que surgen periódicamente para sustituir a Pablo Casado al frente del PP. Por lo menos hasta la victoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones madrileñas.
Desde Madrid es visto como el barón moderado del partido, el que rechaza pactar con Vox -que no tiene representación en la comunidad gallega-, pero en Galicia esta supuesta moderación provoca incredulidad entre la oposición, que carga contra lo que consideran recortes y un modelo de medios públicos al servicio del partido del gobierno.
Nacido en 1961 en Os Peares (Ourense), un pueblo que forma parte de cuatro ayuntamientos de dos provincias diferentes, Núñez Feijóo ha ejemplificado también en su vida política ese equilibrio entre dos aguas.
Licenciado en Derecho, inició en 1985 su carrera en la administración pública de la que no ha salido desde entonces, aunque ha alternado cargos en la autonómica y la estatal.
Ha sido secretario general de la Consellería de Sanidade, vicepresidente del Servizo Galego de Saúde (Sergas) y presidente del Insalud o de Correos y Telégrafos, entre otros cargos. En 2003, volvió a la Xunta como conselleiro de Política Territorial, -vicepresidente primero en 2004- y en 2009 se convirtió en presidente de la comunidad.
El lema de su última campaña electoral fue "Galicia, Galicia, Galicia", al que añadió "y por cuarta vez, Galicia", tras la victoria con la que igualó el récord de Manuel Fraga de cuatro mayorías absolutas consecutivas.
A partir de ahora, ¿a por la quinta? Para quienes lo deseen el secretario general ya advirtió de que "hay Feijóo para rato" y dejó el dato: en 2024, si decide presentarse, Núñez Feijóo estará apunto de cumplir 63 años; Manuel Fraga ganó la Xunta por primera vez en 1989 con 67 años.