Sudán ha sido escenario a primera hora de este martes de un intento de golpe de Estado, según han indicado las autoridades de transición, sin que por el momento esté claro quién estaría detrás de la asonada o si hay víctimas.
El portavoz del Consejo Soberano de Transición, Muhamad Faki Suleiman, ha indicado que la situación en la capital, Jartum, "está bajo control" y ha agregado que "la revolución es victoriosa", según ha recogido el diario 'Sudan Ajbar'. "El golpe de Estado ha sido abortado, pero algunos siguen fugados y hay una operación de búsqueda en marcha", han manifestado fuentes gubernamentales sudanesas.
Fuentes citadas por este medio han señalado que los militares golpistas habrían intentado tomar las oficinas de la radio estatal en la ciudad de Omdurmán, adyacente a Jartum. El Ejército se ha desplegado en la capital y Omdurmán para intentar capturar a los implicados.
Posteriormente, el ministro de Información sudanés, Hamza Balul al Amir, ha subrayado que "un fallido golpe de Estado ha sido controlado" y ha dicho que la intentona ha estado encabezada por "un grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas de los restos del antiguo régimen", en referencia al expresidente Omar Hasán al Bashir.
"Confirmamos que el Gobierno de transición y las agencias estamos trabajando con total coordinación y garantizamos al pueblo sudanés que la situación está bajo nuestro total control", ha resaltado, al tiempo que ha incidido en que "los líderes de esta intentona militar y civil han sido arrestados".
"Los últimos focos del golpe han sido liquidados en el campamento Shagara y las autoridades competentes siguen persiguiendo a los restos del difunto régimen implicados en este fallido intento de golpe", ha dicho, tal y como ha recogido la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
En este sentido, Al Amir ha hecho hincapié en que "la revolución sigue en pie y sigue logrando sus objetivos" y ha añadido que "sus instituciones de gobernanza civil están protegidas por la voluntad de las fuerzas de la revolución y las masas del orgulloso pueblo sudanés".
El ministro ha hecho además un llamamiento a las "fuerzas de la revolución" a "estar vigilantes" y "prestar atención a los repetidos intentos que buscan abortar la gloriosa Revolución de Diciembre", en referencia al inicio de las masivas protestas que arrancaron en diciembre de 2018 y derivaron en el golpe militar que derrocó a Al Bashir.
"Las instituciones civiles afirman que no obviarán los avances logrados por el pueblo y su revolución y que estarán en primera línea de defensa para proteger a la transición de las fuerzas oscuras que acechan a la revolución", ha recalcado Al Amir, quien ha resaltado que "próximamente" habrá más información sobre la intentona.
Si bien las autoridades sudanesas no han apuntado oficialmente a nadie como cabecilla de esta intentona, un portavoz militar citado por la agencia alemana de noticias DPA ha señalado que se trataría del mayor Abdulbaqi al Bakraui.
Así, ha explicado que un grupo de seguidores de Al Bakraui intentaron evitar su arresto en un primer momento, si bien finalmente fue detenido tras un proceso de negociaciones entre el Ejército y los golpistas.
Horas antes, un miembro del Consejo Soberano de Transición había reclamado a la población que hiciera frente a la intentona, que ha tenido lugar en medio del aumento de las protestas y los bloqueos en la zona oriental del país.
Por otra parte, fuentes citadas por el portal de noticias Sudan Tribune han recalcado que la Inteligencia militar ha identificado a los implicados en la asonada y ha vinculado a estos elementos con círculos islamistas en el seno de las Fuerzas Armadas, considerados cercanos al expresidente Omar Hasán al Bashir.
El presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, se encuentra reunido en estos momentos con los titulares de las carteras de Defensa e Interior y con los jefes de la Policía y los servicios de Inteligencia para estudiar la situación en el país.
Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar instaurada tras el golpe de Estado que derrocó en abril de 2019 a Al Bashir, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras.
Este Gobierno, encabezado por Abdalá Hamdok como primer ministro, ha iniciado una batería de reformas sociales y económicas --algunas de las cuales han provocado el malestar entre la población, como la retirada de subsidios-- y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.