España se sentó por vez primera ayer al más alto nivel en una reunión con un representante de Kosovo, una decisión que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, justificó por el hecho de que, aunque no reconoce a este territorio como país, ha de estar presente en todos los foros.
La cumbre Unión Europea-Balcanes Occidentales celebrada en Eslovenia fue el escenario que propició esa coincidencia de Sánchez con el primer ministro kosovar, Albin Kurti.
Desde que este país proclamó su independencia se habían celebrado dos cumbres como la de hoy, la primera de ellas en 2018 y a la que no acudió el entonces jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, por la presencia de Kosovo.
El año pasado, debido a la pandemia provocada por el coronavirus, la cumbre se celebró por videoconferencia y se evitaron los símbolos que identificaran a Kosovo como país para facilitar la presencia de todos.
Eso es lo que volvió a ocurrir esta vez, ya que no hubo banderas ni símbolos de ningún país y en los rótulos habituales situados en la mesa que ocupan cada uno de los participantes, se reflejaron sus nombres pero sin especificar cargo alguno como el de presidente o primer ministro.
Además de España, otros cuatro paísesde la UE no reconocen a Kosovo: Grecia, Rumanía, Chipre y Eslovaquia.
Pero el no reconocimiento no fue un problema para que Sánchez acudiera al encuentro e incluso conversara con el que él mismo calificó como “primer ministro” de Kosovo.
El presidente del Gobierno subrayó en declaraciones a los periodistas y al plantearle si no le incomodaba la presencia del representante kosovar que “España tiene que estar en todos los foros”
Según desveló él mismo, en su conversación con Kurti le trasladó su deseo de que Kosovo pueda llegar a un acuerdo con Serbia que sea satisfactorio para ambas partes y respetuoso con el derecho internacional.
Críticas del PP
Sin embargo, su participación en la cumbre fue criticada desde España por el Partido popular, cuyo portavoz de Internacional, Pablo Hispán, la calificó de “un nuevo despropósito” del Gobierno. A su juicio, con esta decisión “acepta la declaración unilateral de independencia” de Kosovo y “rompe con más de una década de posición” de España en el conflicto que enfrenta a ese territorio con Serbia.
Por su parte, el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, dijo ayer que los Veintisiete deben ofrecer una “continuación creíble” a los Balcanes Occidentales sobre el proceso de ampliación. “En esta reunión tenemos que ofrecer una continuación creíble al proceso de ampliación”, dijo Borrell a su llegada a la cumbre.
Aunque al mismo tiempo señaló que el proceso de ampliación es un “camino en ambas direcciones” en el que, por un lado, Serbia, Montenegro, Albania, Macedonia del Norte, Kosovo y Bosnia y Herzegovina “tienen que continuar con sus reformas” en materia de Estado de derecho y respeto a los derechos fundamentales, por lo que se mostró relativamente prudente con el proceso.