La demanda generalizada de convertir la calle Pardo Bajo en una auténtica calle peatonal más allá de la prohibición de circulación rodada, como sucede actualmente, se acerca a su fin con la licitación de la obra de reurbanización cuyo plazo para la presentación de ofertas está abierto hasta el próximo 27 de octubre.
El presupuesto base de licitación de la actuación está fijado en 583.780,62 euros y la duración de los trabajos, una vez que estos se inicien, está estimada en cinco meses.
El responsable de las políticas urbanísticas del Concello,
Julián Reina, recordó ayer que se trata de un proyecto “que mostra claramente como é o
modelo de peonalización que defende o goberno de Ángel Mato”. De este modo, la intervención prevista busca “unha
transformación do espazo público que nos permita o goce e o aproveitamento tendo como eixo condutor a súa humanización”, resumió Reina.
Para poner en marcha este concepto, se seguirán los modelos de accesibilidad universal y de regeneración urbana buscando
adaptar el vial a las necesidades tanto del peatón como de los establecimientos de hostelería que ahora desempeñan buena parte de su actividad gracias a las terrazas instaladas en los exteriores.
La calle, que actualmente está dotada de calzada y aceras, pese a que ya no cuenta con circulación rodada y dispone de un firme de adoquín, se adaptará ahora a los verdaderos usuarios de esta calle, los peatones.
Además, se aprovechará la actuación urbanística prevista para mejorar los servicios de Pardo Bajo. En este sentido, el edil de Urbanismo explicó que “debido ás modificacións e ao estado que presentan, haberá que actuar nalgúns puntos do saneamento, tanto de pluviais coma de fecais, e do abastecemento de auga”. La intervención prevé, asimismo, la
instalación de la infraestructura para el soterramiento de los servicios y conseguir así que los cables discurran bajo tierra en los cruces. Se aprovechará la obra para la instalación de gas ciudad.
En lo que se refiere a la apariencia externa de Pardo Bajo, en lo que sería actualmente la parte destinada en su día a tráfico rodado, esta contará en superficie con losas de granito de 15 centímetros de grosor, 20 centímetros de ancho y entre 80 y 160 de longitud, eliminando así el característico adoquín
Los trabajos tendrán una duración estimada de cinco meses
Las aceras desaparecerán y la calle estará toda al mismo nivel, en una plataforma única, si bien, los laterales quedarán fijados y diferenciados, como ya viene siendo habitual en otras calles en las que se ha actuado y se ha empleado la fórmula de plataforma única. En estos laterales que eran ocupados por las aceras, se restituirán las piezas históricas actuales, excepto aquellas que están deterioradas y que serán sustituidas por otras similares.
Los
servicios urbanísticos quedarán señalizados y accesibles mediante argollas de latón y la humanización del vial implica, además, la plantación de nuevas especies arbóreas, hasta un total de 19 cerezos japoneses, que dispondrán de su propia red de riego, por sistema de goteo. Se trata de los mismos árboles que ocupan ya espacios próximos a Pardo Bajo, como la plaza del Callao.
Asimismo, se procederá a la sustitución de puntos de luz, que se adecuarán al proyecto de normalización de mobiliario urbano de A Magdalena, un barrio BIC, que debe regirse por una normativa patrimonial y contar, como así lo hace con los preceptivos permisos de la Dirección Xeral de Patrimonio. Las luces serán, como se ha colocado ya en las últimas actuaciones en Ferrol Vello, en catenaria y empleando la tecnología LED, de eficiencia energética.