Más de medio millar de personas, entre delegados sindicales, trabajadores de la principal y las auxiliares de Navantia y empleados de la firma naronesa ElectroRayma, tomaron ayer las calles de Ferrol en protesta por el conflicto judicial que enfrenta a la compañía complementaria con el grupo naval público. La protesta, convocada por la plantilla de ElectroRayma con la colaboración del comité de empresa de Navantia-Ferrol –y a la que acudieron también representantes de Ferrol en Común y el BNG de la ciudad naval–, partió a las 10.30 horas de la puerta de la antigua Bazán en dirección al edificio administrativo de la Xunta, pasando por la avenida de Esteiro.

Al comienzo de la misma, el presidente del comité de empresa de la firma de ingeniería naval, Roberto Montero, adelantó que la intención de la protesta era registrar en la sede autonómica un escrito con dos propuestas. Por un lado, una petición a la Xunta para que “axude a formar unha mesa de negociación para chegar a un acordo entre ElectroRayma e Navantia”. Por otro, proponen al gobierno autonómico que se abra “unha vía de financiamento para a empresa” a través del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape).

Petición de reunión

Según apuntó Montero en declaraciones a los medios, la parte social ha tenido conocimiento de la existencia de “unha carta” remitida por la auxiliar al grupo naval solicitando una reunión y que, al parecer, obtuvo respuesta aunque sin una fecha fija. La compañía complementaria, apuntó el presidente del comité, respondió a su vez proponiendo un encuentro a inicios de la próxima semana –aunque abierta a que Navantia fije una fecha mejor– en el que también participarían los agentes sociales.

Del mismo modo, Roberto Montero recordó que ambas compañías, en el contexto de la mesa de negociación, ya cuentan con un documento de tasación externo –que data del inicio del conflicto y que supuestamente iba a servir de base para las negociaciones– pero que, por motivos que no han trascendido, “quedou nunha mesa”.

Cuentas congeladas

Parte del problema de este conflicto judicial pasa por la congelación de las cuentas de ElectroRayma por parte de Hacienda, lo que supone que la plantilla continúa sin cobrar dos mensualidades: la paga extraordinaria de verano y la correspondiente al mes de septiembre.

Al respecto de esto, el presidente adelantó que ayer mismo estaba programada una reunión con la entidad fiscal para tratar de desbloquear las cuentas, dado que no se pueden “abrir” a partir del día 5. El problema, apunta, es que a partir de esa fecha la firma auxiliar recibió ciertos ingresos que, de levantarse el embargo, permitiría pagar a los trabajadores los salarios adeudados.