Muchos coruñeses se despertaron a las seis y media de la mañana sobresaltados por el temblor de sus casas. Se trató, según los datos del Instituto Geográfico Nacional, de un terremoto de 4'4 grados localizado en el mar, al norte de Estaca de Bares y a una profundidad de diez kilómetros.

Pese al susto, no se han producido daños y los vecinos de A Coruña y su área (también del norte Lugo y la provincia coruñesa, donde también se sintió) tan solo notaron el leve movimiento de muebles o la vibración de ventanas.