El arreglo del estadio municipal de A Malata, una de las tres grandes inversiones en el área de Deportes que contienen los presupuestos de este año, se ejecutará en dos fases. El ejecutivo local ya tiene en sus manos el proyecto de la primera intervención, valorada en algo más de medio millón de euros –en concreto, 515.000– y que abarcará exclusivamente las reparaciones necesarias en el fondo norte y en el cierre perimetral. La segunda actuará sobre las cubiertas, pero ambas labores no podrán solaparse en su ejecución, pues solo cuando haya finalizado la primera fase podrá iniciarse la siguiente.
En estos momentos, el Concello está a la espera de recibir los informes sectoriales de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con competencias en bienes localizados en el dominio público marítmo-terrestre, imprescindibles para que se pueda abrir el proceso de licitación. El gobierno local espera que esos documentos lleguen estos días y pueda activarse cuanto antes el resto del procedimiento de una actuación en la que la Diputación de A Coruña se va a volcar con una aportación global que asciende a 500.000 euros, según anunció el presidente de la institución en una visita reciente.
Las necesidades de una instalación como el estadio de A Malata llevan muchos años encima sobre la mesa de los últimos ejecutivos municipales. En estos momentos, la situación real es que la tabiquería del fondo norte presenta grietas y fisuras por el asentamiento del terreno de relleno sobre el que se construyó, a comienzos de la década de los 90. Con todo, la estructura de hormigón se encuentra en buen estado, a diferencia de la celosía perimetral, que cuando se instaló, señala el informa, no se fijó de manera mecánica, sino solo con mortero, lo que puede provocar, como así ha sido, algún desprendimiento. Los trabajos que se licitarán en breve prevén la fijación de la misma por medios mecánicos para evitar precisamente esos problemas.
Además, los trabajos previstos incluyen la sustitución de los accesos metálicos del fondo norte, muy deteriorados por la corrosión y el óxido, y la construcción de una nueva solera en la misma zona del estadio. Se demolerán diferentes elementos que presentan deficiencias varias –tabiquería, soleras o pavimentos– y se instalarán aseos nuevos, además de revisar y adaptar toda la instalación eléctrica para adaptarse a la normativa en vigor y apostar definitivamente por la iluminación de tecnología LED para, de este modo, permitir un ahorro de energía y, en consecuencia, también en la factura de la luz.