El “Cancerbero” testa la seguridad de las instalaciones de la Armada

El “Cancerbero” testa la seguridad de las instalaciones de la Armada
Simulación de una intrusión en la Estación Naval de A Graña para entrenar y ajustar los protocolos de actuación | cedida

La Armada pone a prueba su capacidad para hacer frente a distintas amenazas en sus instalaciones con el ejercicio “Canberbero”, un nuevo adiestramiento, heredero del “Fuprex” –que se ceñía a la Fuerza de Protección (Fupro)–, que ahora se amplía a otras unidades para mejorar la respuesta ante escenarios variables. El cuartel general de la Fupro, en Ferrol, dirige la operación, que se lleva a cabo entre ayer y hoy, y que implica, en bases de todo el país, a 3.482 efectivos de 25 unidades diferentes. Mañana se realizará una primera evaluación del resultado y el trabajo se prolongará durante unos dos meses, en los que se decidirá qué elementos de la seguridad física se deben modificar y cómo se tiene, si es el caso, que variar el protocolo de actuación.

El comandante de la Fupro, general Carlos Pérez-Urruti, explicaba ayer las claves de una acción que se prepara desde hace semanas y que incluye a efectivos en instalaciones de la Armada en Ferrol (1.075, pertenecientes al Tercio del Norte, la Estación Naval de A Graña, Polvorín de Mougá, Servicio de Subsistencias y Arsenal de Ferrol), San Fernando (610 personas), Cartagena (538), Madrid (855) y Las Palmas (404). Pérez-Urruti subrayaba la coordinación con otras unidades de la Armada que permite este nuevo adiestramiento y también la comunicación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que ahora tiene un papel testimonial pero que en siguientes ediciones asumirán un rol más activo. También se prevé que en el futuro se incorporen unidades navales.


Pérez-Urruti: “El vuelo de drones es una amenaza creciente y hemos tenido incidentes, no malintencionados” 



En las amenazas para las que se preparan, el comandante de la Fupro incluye explosiones, intrusión de personal no autorizado, robos, incendios y también el vuelo de drones, un problema novedoso. “Es una amenaza creciente y hemos tenido incidentes, no malintencionados”, explica. “Es una de las capacidades de la que queremos dotar al ámbito de protección, tanto en el exterior como en la protección de instalaciones críticas en el territorio nacional”.

Se trata de estar preparados para niveles de alarma elevados, que en la actualidad no se pueden practicar en escenarios reales porque no se ha llegado a ellos. “Las unidades deben valorar si hacen frente a estas amenazas por sus propios medios, si requieren el apoyo de la Fupro o, llegado el caso, si es preciso contar además con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.


La movilización que se necesita para este adiestramiento se percibirá en la ciudad porque “la seguridad física es incompatible con la comodidad”, apuntaba ayer Pérez-Urruti. Se pretende interrumpir lo mínimo posible la actividad habitual de las instalaciones de la Armada pero se intensificarán los controles de acceso, lo que ralentizará la entrada y puede provocar aglomeraciones en determinados puntos, una cuestión para la que ya se ha alertado a las autoridades pertinentes. 

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