La erupción fisural del volcán de la isla de La Palma continúa mostrando su mecanismo estromboliano y sigue reflejando una tendencia descendente en los últimos días, con valores de sismicidad bajos y estables, con estabilidad de la deformación y con una emisión de dióxido de azufre (SO2) en claro descenso.
Así lo expusieron el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, y la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias y portavoz del Comité Científico, María José Blanco, quien puntualizó que si bien el volcán está en un proceso más estable y con un nivel de actividad más bajo, el final de la erupción no se prevé a corto plazo.
Disminución “tendida y lenta”
María José Blanco indicó que hay una disminución “tendida y lenta” de todos los parámetros asociados a la erupción, pero insistió en que estas tendencias descendentes se tienen que seguir manteniendo para llegar a niveles más bajos.
Por su parte, el director técnico del Pevolca destacó que la sismicidad sigue con valores bajos en la zona intermedia, entre 10 y 15 km, y se mantiene estable en a profundidades superiores a 20 km, tanto en el número como en la magnitud de los sismos. No obstante, al mediodía del lunes se produjo un repunte del tremor volcánico que se va a vigilar y monitorizar a lo largo de los próximos días.
En cuanto a la deformación, Miguel Ángel Morcuende resaltó que se mantiene la estabilidad en todas las estaciones, sin que se produzcan movimientos en la componente vertical, y siguen estables las tendencias horizontales de cada una de las estaciones, tanto en la LP03, la más cercana al centro eruptivo, como en las regionales.
En relación a la emisión de dióxido de azufre asociado al penacho, el director técnico puso de relieve que ha habido un “importante y apreciable” descenso, lo que viene a confirmar la tendencia general “claramente descendente” en cuanto a emisiones de SO2.
Por su parte, el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane cederá al Gobierno de Canarias dos terrenos con 13.200 metros cuadrados en total con el objetivo de que construya viviendas para los damnificados por la erupción.