La Formación Profesional será clave para cubrir las diez millones de oportunidades de empleo que surgirán en España de aquí a 2030, según el último informe anual del Observatorio de la FP de CaixaBank Dualiza y Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad, que analiza las tendencias de la FP y el mercado de trabajo.
La mayor parte de esas oportunidades laborales, concentradas en el sector de servicios, serán por remplazo (un 90%), mientras que poco más del diez por ciento corresponderán a nuevo empleo, según este estudio anual que se basa en los datos recogidos en el Observatorio de la FP.
Durante la presentación del informe, el presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, apuntó que en los próximos años habrá “un gran número de prejubilaciones y para su sustitución se van a necesitar grandes dosis de formación a personas ya empleadas que tendrán que adquirir nuevas habilidades”.
Para su capacitación será fundamental la FP, agregó el presidente de la primera entidad financiera del país, quien apuntó al “evidente desacople entre oferta y la demanda de trabajo”.
Pese a avances como que se haya duplicado la matrícula de FP con respecto a 2008 (este año académico se supera por primera vez el millón de alumnos), Goirigolzarri subrayó que deben afrontarse relevantes desafíos como la tasa de paro juvenil y los desempleados de larga duración.
Una de las coordinadoras del informe y responsable del Centro de Conocimiento e Innovación de Caixabank Dualiza, Mónica Moso, subrayó que la FP cogió “velocidad de crucero” y es ya una opción “clara” para los alumnos y para el mercado laboral.
Envejecimiento de la población
El informe también detecta una alerta a medio plazo debido al envejecimiento de la población (los mayores de 64 años representarán el 26,5% del total en 2035) y la falta de nuevos estudiantes potenciales, ya que la población de 15-19 años comenzará a disminuir a partir de 2025.
Para compensar el número de personas que salen del mercado laboral, se necesitarían más alumnos, pero también capacitar con nuevas habilidades a muchos de los trabajadores que se encuentran activos y que tendrían que asumir nuevas tareas.
Sin embargo, el estudio de Caixabank subraya que la participación de los asalariados en la FP para el Empleo (FPE) se redujo casi un 17% el pasado año y el gasto en formación cayó de modo drástico, casi un 30%.
Además, la tasa de cobertura de la FPE sobre las personas desempleadas se mantuvo en torno al 5%, lejos del 20% marcado como objetivo por la Comisión Europea (CE) para 2025.
La FP, por tanto, se perfila como “una pieza fundamental para poder continuar con la formación de nuevos trabajadores y la adaptación de capacidades de muchos otros en un nuevo contexto donde la importancia del trabajador cualificado seguirá en aumento”, señala el informe.
De momento, sigue creciendo su peso en el mercado laboral español: el porcentaje de población ocupada con estudios de FP alcanza ya el 23,5%.
Buena parte de este aumento tiene que ver con la ventaja para conseguir un empleo que supone contar con un título de estos ciclos formativos.
De hecho, las ofertas de empleo para la FP pasaron a representar un 41,3% del total en 2020 pese a la pandemia, indica el estudio de Caixabank.