Sin apenas tiempo para celebrarlo porque al día siguiente disputaba un partido de liga, la jugadora Ale de Paz (Neda, 1995) se proclamó el domingo campeona de Europa de clubes con el Pescados Rubén Burela, un hito más en un ciclo ganador sin precedentes en el que la ala nedense es pieza fundamental.
Tras la final ante el Pescara, el entrenador de porteros del equipo, Fran Paz, decía que, si es por los resultados –16 goles a favor y ninguno en contra–, podría parecer fácil, pero que no lo era...
Sí, puede parecerlo, pero desde luego no lo es. Tenemos un trabajo diario muy exigente, muy sacrificado, que afrontamos con mucha humildad.
A pesar de que las quinielas les daban como favoritas, ¿esperaba el vestuario este éxito tan arrollador?
Todas nosotras somos muy conscientes de lo que podemos dar, de lo que llevamos dando durante estos dos últimos años en los que lo hemos ganado todo y estamos acostumbradas a jugar partidos de este nivel: los nervios no nos traicionan y la presión no nos puede, pero sabemos que nunca es fácil, que siempre tenemos que dar lo máximo para conseguir los resultados.
¿Qué objetivos tiene el equipo después de haberlo ganado todo en estas dos temporadas?
El objetivo aquí es siempre ganarlo todo. Es verdad que haberlo logrado es algo increíble porque ningún equipo piensa en poder hacerlo: puedes pensar en estar luchando por los títulos hasta el final, pero ganarlo todo dos temporadas consecutivas es muy complicado y nosotras queremos hacerlo.
El equipo se refuerza cada temporada. Este año llegaron tres nuevas jugadoras que tienen un papel protagonista, pero Ale sigue siendo importante para el grupo. ¿Cómo está viviendo esta etapa?
Creo que estoy viviendo mi mejor momento deportivo. Me encuentro muy bien física y mentalmente y que venga gente nueva es un motivo más para seguir dando el máximo nivel porque todas lo que queremos es jugar y aportar todo lo que podemos al grupo.
¿Fue difícil la adaptación a un club de esta exigencia?
Es que mirando la plantilla que tenía Burela, yo me decía: “Madre mía, ¿dónde me estoy metiendo, si no soy nadie?”. Pensaba que me iba a costar, y sí que me costó adaptarme un poco a nivel deportivo, pero personalmente todos me acogieron muy bien. Desde el principio me pidieron que diese un pasito más en lo deportivo y creo que, sobre todo la temporada pasada, sí lo di.
En un equipo de este nivel, ¿es más importante lo físico o lo mental?
Las dos cosas son importantes porque aquí entrenamos y jugamos a un nivel altísimo y, al final, el estado físico del grupo es lo que nos da ese plus ante otros equipos, aparte de que tenemos una plantilla amplia que supone que los desgastemos un poco más, pero el tema mental sí es fundamental, como se ve en semanas como esta, con cuatro partidos en cuatro días, además de la liga, los desplazamientos...
Cuando empezó a jugar en A Fervenza, ¿pensó que unos años después estaría en el mejor equipo de Europa?
No, la verdad. Soñaba con hacerlo y pensaba que sería genial, pero nunca dije: “Voy a estar ahí”.
Con el Burela el objetivo es ganarlo todo, pero personalmente, ¿cuáles son los objetivos que se marca?
Con el equipo, ganarlo todo otra vez, seguir haciendo historia y me gustaría poder ir con la selección al Europeo y ganarlo. Eso sería increíble.